Aral

No es catastrofismo. Es realidad. La de uno de los mayores desastres ecológico y humano acaecido en el SXX. Es la casi sentencia de muerte del que en su día fue el cuarto lago más grande del mundo. El Mar de Aral, un paraíso de agua en medio de las secas y duras tierras de Asia Central. Es la historia de cómo la modificación del curso de dos ríos truncó un ecosistema, una economía y la vida demillones de personas en apenas unas décadas.
La crónica de este desastre comienza en 1960 cuando la Unión Soviética planeaba levantar el mayor campo de cultivo de algodón de todo el mundo. Los encargados de planificación de la URSS pensaron que los 66.000 kilómetros cuadrados que abarcaba el Mar de Aral serían una suerte de fuente inagotable para su faraónico proyecto. Sus mil kilómetros cúbicos deagua que auspiciaban una próspera economía a los millones de personas que vivían de él iban a empezar a agotarse. Y lo harían desde el momento en que los ingenieros soviéticos cortaran el grifo que lo abastecía: los dos ríos que alimentaban sus aguas. El Amu Daria y el Sir Daria.
Hasta entonces el otrora gran mar interior proporcionaba una economía floreciente basada en la pesca y en el turismo.Además los deltas del Mar de Aral albergaban una riqueza biológica única en Asia Central. A bote pronto esta obra de ingeniería multiplicó la población local que pasó en pocos años de 14 a 27 millones de habitantes, según datos de la FAO, que también calculó  hace una década el fomento del riego en estas regiones tan áridas: la superficie de irrigación saltó de 4.500 hectáreas a la espectacularcifra de siete millones de hectáreas.
Tal obra de ingeniería duplicó la cantidad de agua extraída hasta entonces para otras explotaciones agrícolas. Los datos recopilados por la Dirección de Fomento de Tierras y Aguas del Departamento de Agricultura de la FAO lo sitúan en 120 kilómetros cúbicos. Pero lo más preocupante fue la pésima obra de canalización: en el transporte hasta las vastasextensiones de cultivo de algodón se perdía la mayor parte del agua. Esto provocaba inundaciones en determinadas áreas y un aumento espectacular de la salinidad en otras.
A ellos se sumó el uso descontrolado de fertilizantes y plaguicidas, que contaminaron las aguas superficiales y los mantos freáticos del lago. Sustancias que permanecen en los lechos y que son arrastradas por los fuertes vientos quesoplan transportando toda esa contaminación hasta zonas pobladas. Pronto las enfermedades harían acto de presencia.
El aporte de agua desde 1960 apenas era destacable. Los ríos Amur Daria y Syr Daria ya no alimentaban el Mar de Aral.  El nivel de sus aguas descendía pasando de 53 metros a 36 metros en el mejor de los casos. En 1990, el 95% de los lagos y pantanos que surgían de la propia irrigacióndel Aral se habían convertido en tierra seca y estéril. En 2004 ya se había perdido el 75% de la superficie. Desde 1982 dejó de practicarse la pesca comercial, fuente de riqueza para cientos de miles de familias. El desastre ecológico las arrastró a la miseria, que medida en distancias suman un total de 70 kilómetros, los que hoy distan de sus casas hasta el punto exacto donde se asoma la orilladel Aral.
De la variedad de miles de peces ya no queda ni rastro, pero tampoco queda mucho más del resto de la fauna silvestre.  La consecuencia más directa de aquella agricultura agresiva fue la modificación del clima. Los inviernos pasaron a ser más largos y más fríos. Los veranos, más cortos pero más calurosos. Ambos, más extremos y con escasas precipitaciones. El paisaje se hizo más adusto ydesértico.
Las nuevas condiciones climáticas echaron el resto: fuertes vientos y las tormentas venenosas arrastran hasta la población esa mezcla de polvo de arena y sal, altamente contaminante: entre 15 y 75 millones de toneladas pululando en el aire que respiran las antiguas aldeas de pescadores. La bronquitis crónica ha aumentado un 3000%, lo mismo que las enfermedades de riñón e hígado que a...