Archipielago Gulag - Libro
Alexandr Solzhenitsyn
Traductor: Josep M". Güel y Enrique Fernández Vemet, 1998
Prólogo de Raúl del Pozo
Tusquets Editores, S.A.
2002 MDS BOOKS/ MEDIASAT para esta edición
Indice
Indice 1
Prólogo 2
NOTA A LA EDICIÓN ESPAÑOLA 5
Primera parte. La industriapenitenciaria 8
1. El arresto 9
2. Historia de nuestro alcantarillado 19
3. La instrucción del sumario 53
4. Los ribetes azules 77
5. La primera celda. El primer amor 93
6. Aquella primavera 120
7. En la sala de máquinas 141
8. La infancia de la ley 151
9. La adolescencia de la ley 170
10. La madurez de la ley 189
11. La medida suprema 216
12. Tiurzak 227
Segundaparte. Perpetuum mobile 240
1. Las naves del Archipiélago 241
2. Los puertos del Archipiélago 261
3. Las caravanas de esclavos 275
4. De isla en isla 285
Aclaraciones generales sobre la URSS 297
Glosario de nombres propios y conceptos 300
Prólogo
Raúl del Pozo
Cuando en el año 1974 se publicó Archipiélago Gulag, los españoles del PCE eran los protagonistas de laTransición, defendían los derechos humanos, la reconciliación, las elecciones libres, la amnistía y la democracia. En toda Europa, los comunistas habían sido la principal fuerza antifascista y adoraban a la URSS por ser el primer Estado obrero del planeta que había derrotado a Hitler. Eran indulgentes con la dictadura del proletariado y achacaban las purgas, el hambre y la policía secreta alaislamiento, el cerco, a la guerra fría y a la propaganda imperialista. Pero después de que se publicó Archipiélago Gulag, aunque no se leyera por decoro y disciplina, los comunistas de todo el mundo, y especialmente los de España, descubrieron que por debajo del anticomunismo doliente y lírico de Alexandr Solzhenitsyn, estaba el infierno de la verdad. Pocas veces un libro ha causado tanto dolor. Losperseguidos, torturados, encarcelados de este lado se veían a sí mismos en la reconstrucción de almas, se encontraban entre los desaparecidos y se identificaban con los 227 testigos.
Aquí a este lado del telón se defendía la libertad y se pedía la abolición de la pena de muerte, y, al otro lado de la cortina, se conculcaban todos los derechos humanos. La culpa y la mala conciencia alejaron alplacer como principio de la Literatura en este libro largo, estepario, demoledor, sarcástico, sectario, pero justo.
Habían dicho los dirigentes que Solzhenitsyn era un contrarrevolucionario, pero en aquel fresco de horrores, de humillaciones y de crímenes la sangre de la pintura estaba fresca. Los comunistas que se habían dejado la vida en las cárceles y que habían gritado viva la URSS alser fusilados adivinaron con pasmo que una policía sanguinaria, bajo diversas siglas, había organizado campos de concentración en el paraíso del proletariado.
Aunque Sartre había avisado que el estalinismo era incompatible con el ejercicio honrado del oficio literario y que sin saberlo las mejores mentes del mundo habían estado de parte del infierno, de pronto Kafka escribía no una fábula,sino una crónica. Todos los pánicos que profetizó el tuberculoso de Praga se cumplían. Por las páginas heladas del Archipiélago cruzaban caravanas de esclavos, riadas de prisioneros, campos de concentración, trabajos forzados. Por la Lubianka no pasaban sólo los trotskistas y los espías, sino los mejores bolcheviques, los escritores, los comisarios, los maestros, los soldados y los héroes deguerra. "Por encima del bozal de nuestra ventana, de las demás celdas de la Lubianka, y de todas las cárceles de Moscú, también nosotros ex combatientes en el frente contemplábamos el cielo de Moscú, engalanado por los fuegos artificiales y sesgado por los reflectores".
El libro decía con un texto doliente que el estalinismo había sido una inmensa checa que trituró a creyentes, a héroes...
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