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Psicosis por “el fin del mundo”

MOSCU (Por Ellen Bary, de The New York Times).- Desde las nueve zonas de Rusia llegan reportes dispersos de conductas extrañas. Se dice que en una prisión demujeres cerca de la frontera con China las reclusas experimentaron “una psicosis colectiva” tan intensa que sus carceleras llamaron a un sacerdote para calmarlas.
En un pueblo fabril al este de Moscú,ciudadanos en compras de pánico vaciaron los anaqueles de cerillos, queroseno, azúcar y velas.
En la calle Karl Marx de la sureña Chelyabinsk se construye en hielo un enorme arco estilo maya.
Para losque no conocen las profecías de la nueva era maya toman como ciertos los rumores de que el mundo se acabará el próximo viernes 21, cuando concluya el ciclo de 5,125 años conocido como la Cuenta Larga.Rusia, una nación proclive al pensamiento místico, tomó nota. La semana pasada, el gobierno decidió poner fin a la plática apocalíptica. Su ministro de situaciones de emergencia declaró el viernesque tenía acceso a “métodos de monitoreo de lo que ocurre en el planeta Tierra”, y que podía asegurar que el mundo no se acabará este mes.
No obstante reconoció que los rusos están expuestos a“tormentas de nieve, de hielo, tornados, inundaciones, problemas de transporte y abasto de alimentos, fallas en los sistemas de calefacción, electricidad y abasto de agua”.
En los últimos días similaresgarantías han hecho el titular ruso de Salud, un alto funcionario de la Iglesia Ortodoxa rusa, legisladores de la Duma e incluso un ex disc jockey de Siberia.
Un funcionario propuso enjuiciar a los rusosque difundan el rumor, a partir del sábado 22.
“No se puede hablar incesantemente sobre el fin del mundo y decirlo como médico”, afirmó Leonid Ogul, integrante del comité del medio ambiente delParlamento. “Todos tenemos un sistema nervioso diferente y este tipo de información nos afecta en forma distinta. La información actúa en el subconsciente. A algunas personas les causa risa, a algunas...