Arequipeñismos

EL ORGULLO DE SER AREQUIPEÑO

Pedirle a un arequipeño un artículo sobre lo que significa ser arequipeño es un honor y un acto de penitencia. Un honor, porque a los characatos se nos inflama el pecho cuando tenemos que decir algo sobre nuestra tierra, se nos sale el "arequipeñismo" o el culto a los elementos de identificación con la Ciudad Blanca. El artículo, entonces, estaría lleno de"arequipeñismos", nuestro vocabulario influido por las lenguas castellana, quechua, aimara y puquina durante cinco siglos, y de inspiraciones históricas.

Esos rasgos son típicos de los arequipeños cuando hablamos de nuestra tierra. Para muestra, baste con mencionar cualquier libro sobre Arequipa escrito por Enrique Tord, Enrique Chirinos Soto o Víctor Andrés Belaunde. Y ese orgullo puede producirgrandes hombres y desarrollo, así como destrucción y lucro.

Grandes hombres ha habido muchos en Arequipa, desde Piérola hasta Francisco Mostajo, de Bustamante y Rivero a Roberto Ramírez del Villar, por nombrar algunos in memoriam.

Grandes logros y momentos vienen de allí, como el Parque Industrial y la Revolución del 50.

¿Destrucción? También proviene de la misma fuente: basta con ver losremedos de revolución que oportunistas como los del Frente Amplio Cívico por Arequipa tratan de levantar de vez en vez. Se trata de dirigentes doctorados en huelgas que lo único que logran es asfixiar económicamente a la ciudad que supuestamente defienden.

¿Lucro? La publicidad en Arequipa es sui generis. Camino al aeropuerto, una empresa transnacional de Telecomunicaciones ha colocado una fotazodel Misti con la leyenda "El Misti no está dormido, solo contempla la belleza de la ciudad". Este cartel es naif en comparación con otro de productos farmacéuticos que reza: "Si te metes con un arequipeño, tendrás una revolución".

Así se vende ahora en la Ciudad Blanca.

Todos son hidalgos como el rey, dineros menos Con esta frase, Víctor Andrés Belaunde se refería a cómo los characatos nossentimos de altas investiduras aunque nos falte la plata. "Donde hasta los más pobres pleiteaban por hacerse llamar don o doña como timbre de honor", nos dice Quiroz Paz Soldán. Y es que durante el Virreinato en Arequipa nunca hubo nobles, pero sí profesionales, gentes de negocios y de la administración pública que supieron mezclar y sentirse honrados tanto de su pasado hispano cuanto de losvestigios incas de la zona (y viceversa); de allí nació un sentimiento mestizo que simboliza el arequipeñismo.

Por eso Arequipa está llena de representaciones mestizas de su arquitectura, lenguaje, arte, música y comida. Y las jerarquías sociales, como dicen varios arequipeñistas, eran mínimas por la estrecha relación campo-ciudad y entre patrón y obrero que terminaban cantando el Entonemos un himnode gloria en la misma picantería y tomando la mejor chicha del Perú, según Basadre.

¿Cuánto han cambiado las cosas? El escenario ya no es tanto una picantería cuanto el atiborrado food court del flamante Saga Falabella, donde podemos ver almorzar a los gerentes de las empresas más grandes de la ciudad pero también al resto de la población. Y es que aun cuando existen niveles sociales, al finaltodos viven juntos y revueltos bajo el volcán.

"Dineros menos" no es el caso con la cantidad de arequipeños empresarios y gerentes que han conquistado Lima, quienes sí han respirado los aires coloniales de la capital de la república. Para muestra, las playas de Asia creadas por characatos. Muchos de ellos siguen sintiéndose orgullosos de Arequipa, pero no regresan hace quince años; dicen "quépena, cómo ha cambiado Arequipa",

pero no donarían un real aunque Santa Catalina se cayese a pedazos. Igual mantienen ciertos rasgos arequipeños como el apasionamiento, el humor corrosivo y hasta la nevada.

Antes, los arequipeños que se aposentaban en Lima trataban siempre de mejorar su tierra y esperaban regresar algún día.

Todavía hay casos, como el de un grupo de médicos characatos...