Argentina contemporánea

Todo intento de reconstruccin histrica parte de las necesidades, las dudas y los interrogantes del presente, escribe Luis Alberto Romero en su Breve historia contempornea de la Argentina. Guan su investigacin dos cuestiones centrales qu posibilidades hay de reconstruir una sociedad abierta y mvil, no segmentada en mundos aislados, con oportunidades para todos, fundada en la competitividad perotambin en la solidaridad y la justicia y qu caractersticas debe tener el sistema poltico para asegurar la democracia y hacer de ella una prctica con sentido social Dirigida a un pblico amplio, esta reconstruccin histrica, que conjuga el trabajo riguroso del historiador profesional y la reflexin personal sobre el presente, tuvo una amplia recepcin en los ms diversos mbitos y demostr serimprescindible para el conocimiento de la historia argentina. En esta nueva edicin se incluyen un captulo que comprende los diez aos del gobierno de Carlos Menem y un eplogo reelaborado desde una perspectiva actual. Anima al autor no slo la idea de que el pasado inmediato debe ser tratado en los cursos bsicos de historia, sino tambin la constatacin de que los diez aos de menemismo revelaron de manera inequvocalas profundas transformaciones del pas en el ltimo cuarto de siglo. Romero analiza aqu, entre otros aspectos, la reestructuracin econmica impulsada por el neoliberalismo y la globalizacin, la transformacin del Estado y el abandono de sus funciones sociales, y el pasaje de una sociedad relativamente homognea e igualitaria otra fuertemente segmentada y desigual. En suma, y a pesar de que en estasltimas dcadas se logr el funcionamiento eficiente del sistema poltico democrtico, la Argentina presenta hoy una realidad incierta y un futuro difcil. Si bien el autor no da cabida a respuestas optimistas, todo su esfuerzo crtico y reflexivo se apoya en la confianza en la capacidad de los hombres para realizar su historia, hacerse cargo de sus circunstancias y construir una sociedad mejor. Lademocracia condicional Jos Nun Lo que Huntington no dijo El politlogo ingls John Dunn observa que, en los pases ricos, el xito de la democracia representativa fue consecuencia de la combinacin bastante peculiar que se produjo all entre su viabilidad y su atractivo lo que la hizo viable (la efectiva proteccin que le ha brindado a la economa de mercado) no es lo mismo que la volvi atractiva para laimaginacin popular (la idea de que el poder legtimo del Estado se funda en la libre eleccin peridica de los ciudadanos). El sealamiento me parece correcto pero parcial porque le falta un tercer trmino que resulta clave. Por muchos aos, esa compatibilidad entre la viabilidad y el atractivo fue mediada por un aumento generalizado del bienestar de la poblacin, producto de la forma que asumieron tantola economa de mercado como el Estado. Y, al cambiar la situacin han aparecido los cuestionamientos que acabo de mencionar. Las cosas sucedieron de otro modo en nuestras latitudes y por eso puse tanto nfasis en lo que llam la paradoja latinoamericana de nuestros das tratar de consolidar democracias representativas en contextos marcados por la pobreza, la desigualdad y la polarizacin y donde losregmenes sociales de acumulacin vigentes fomentan la marginalidad y la exclusin mientras los Estados se achican y se revelan incapaces de lidiar efectivamente con toda la magnitud de la crisis. En estas condiciones (y como no poda ser de otra manera), el idioma que ms se habla es el de Schumpeter y no el de Marshall. Fue as que la idea de la democracia como gobierno del pueblo perdi gravitacinrpidamente en el discurso pblico de los apologistas de la democracia representativa ms potente en un primer momento, cuando cayeron o fueron desplazadas las dictaduras militares, el neoliberalismo se dedic a sustituir esa idea en el imaginario colectivo por un nfasis En Nun, Jos. Democracia. Gobierno del pueblo o gobierno de los polticos, Captulo XXI, Fondo de Cultura Econmica, Argentina, 2001,...