Argentina en la agenda norteamericana
sistemática de los derechos humanos y el uso de la violencia, sino porque intentó hacer de la economía y del mercado el nuevo lenguaje de la política. El proyecto neoconservador de la dictadura chilena tenía como trasfondo ideológico erradicar la política paraimponer el reino del mercado como expresión de la libertad individual. Hacia allá apuntaba lo que algunos intelectuales definieron como el "esfuerzo fundacional" del régimen militar. Lechner encontró en ese proyecto un intento por construir un orden colectivo que siguiera las dinámicas de lo que llamó, siguiendo a Weber, la "racionalidad formal"; esto es, un tipo de acción que se orienta por un ajustepermanente de medios y fines, y cuyo escenario privilegiado es el mercado. Desde la imposición de la racionalidad formal, el pluralismo deliberativo de una política democrática se ve seriamente restringido. Se trata de un orden que responde a una lógica sistémica y que se impone de espaldas a los ciudadanos, en el más amplio sentido de la palabra. "Los instintos, los afectos y emociones delindividuo son sometidos a un riguroso autocontrol, de modo que la espontaneidad `primitiva' no interfiera en las relaciones sociales `civilizadas'" (1982:18). Se impone una suerte de frigidez emocional y afectiva, como consecuencia de una concepción de la vida que privilegia el trabajo, el rendimiento y el éxito material (1982:27). En un contexto donde el lenguaje del mercado quiere imponerse comocriterio dominante del orden y la vida social, hay que volver a plantearse qué significa hacer política; y aún más preciso, ¿qué significa una política democrática? La interrogante interpela a todos los países latinoamericanos que desde distintas maneras abrazan el proyecto neoconservador y hacen de Chile el ejemplo a seguir. Los neoconservadores, discípulos de Friedrich Hayek, interpretan la políticacomo un obstáculo a la libertad individual. Para ellos, la libertad individual no es una expresión de la política ni una consecuencia de ella, sino una realidad previa, anterior a la misma política. Para Lechner, el proyecto neoconservador debilita la legitimidad de la democracia y a la postre producirá un desencanto frente a sus potencialidades. Clausurado el espacio político por el imperativoeconómico, sólo quedaría confiar en la iniciativa individual y en la "mano invisible" del mercado. Lechner se enfrentará a ese desencanto desde una crítica a la modernización neoliberal como una modalidad histórica de realización de la modernidad y de reconstrucción conservadora del capitalismo. El objetivo de buena parte de su reflexión en los años 90 se volcó justamente hacia la clarificación...
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