Aribeth

La mala educación
Daniel R. Pichel
Decía Arnold H. Glasow que "uno de los principales objetivos de la educación debe ser ampliar las ventanas por las cuales vemos el mundo". Aparentemente, las autoridades panameñas creen que su deber es convertir esas ventanas en una turbia escotilla de submarino.
La calidad de la educación superior en nuestro país da lástima. Al margen de lo deprimente que esescuchar la forma en que se expresan los "representantes de los gremios docentes" o de cómo dizque estudiantes universitarios tiran piedras mientras se cubren el rostro como delincuentes, sólo hay que ver las estadísticas de fracasos en los examenes universitarios de estudiantes de primer ingreso.
Este drama, se hace mucho más evidente en las escuelas oficiales que en las particulares donde deuna u otra forma los padres (porque pagan) exigen se mejore la calidad del producto que sale de esas aulas. Lo que es injusto es que, las personas que no cuentan con recursos para enviar a sus hijos a una escuela particular, tengan que conformarse con una educación muchas veces deficiente que los pone en desventaja competitiva al graduarse.
La razón: las políticas que implementa el Ministerio deEducación no corren a la velocidad del mundo que nos rodea. Así, los alumnos siguen estudiando basados en metodologías que hace mucho debieron ser modificadas para dar paso a conceptos como acceso a la información y análisis crítico.
En el mundo en que vivimos, la información está al alcance de todos. La existencia de recursos globales del tipo del internet, favorece que los estudiantesdesarrollen el sentido de investigación para estudiar cualquier tema.
Como comentaba un experto en educación que escuché recientemente, "hoy en día no tiene sentido memorizar. Es preferible enseñarle a los jóvenes a buscar en las fuentes y desarrollarles el sentido crítico que permita definir que tiene valor y que no. De este modo, ellos aprenderán a pensar como el mundo actual exige.
Para terminar detruncar lo poco que pudieran desarrollar nuestros estudiantes, vemos que un grupo de "brillantes especímenes legislativos" vuelve a someter a discusión en primer debate al hijo de aquel mamotreto (sabiamente vetado por la presidenta Moscoso) que trataba de "panameñizar" nuestra educación, obligando a usar textos y libros que cumplan con requisitos tan increiblemente absurdos como: 1. Que seanelaborados por autores nacionales, 2. Que su contenido afiance la identidad nacional, 3. Que sean adaptados a los programas nacionales por autores panameños y 4. Que sólo en caso de no disponer de textos de autores nacionales, se podrá recomendar el uso de una obra de autor extranjero, siempre que haya sido previamente aprobada como libro complementario. Además, se establece que el Meduc trabajeasesorado por "asociaciones de autores panameños". ¡Qué viva el micromundo tercermundista!
Así mismo, es imperioso lograr que se haga obligatorio el carácter laico de la educación donde lo que se enseña no esté matizado por posturas religiosas o de ninguna creencia en particular. Es aterrador ver como un grupo de fanáticos religiosos que confunden la curul con el púlpito insisten cada año en tratar deimponer un "mes de la Biblia" en un país donde, por orden constitucional se debe respetar la libertad de culto de los ciudadanos. Si estos tipos se salen con la suya, dentro de poco tendremos a otros grupos, haciendo uso de su "legítimo" derecho, exigiendo el mes del Talmud, el mes del Corán y quién sabe si hasta el mes del horóscopo.
Finalmente, si todos somos iguales ante el Estado, todospodemos defender lo que nos de la gana de creer. Porque es muy peligroso mezclar la educación de las futuras generaciones con preceptos religiosos. Como ejemplo, en Estados Unidos, un grupo de fundamentalistas cristianos adeptos a la pseudo-teocracia que aspira imponer Mr. Bush pretenden obligar a la enseñanza de las teorías creacionistas, eliminando la teoría evolutiva de Darwin. Ridículo ¿no?...