Aristóteles

ARISTÓTELES: EL MUNDO DE LAS SUBSTANCIAS
1. Personalidad.
Aristóteles es el discípulo de Platón, pero no se dedicó a repetirlo, sino que creó un sistema de filosofía nuevo. Nació en el año 384 a.C. y murió en el 322 a.C. Aportó a muchas ciencias y ramas de la filosofía siendo su obra considerada por muchos siglos la obra científica por excelencia. Podemos aproximarnos al pensamientoaristotélico a través de la contraposición con el pensador Platón, el cual representa al hombre idealista, al hombre que tiene su pensamiento dirigido a otro mundo, que no es este mundo sensible, sino un mundo perfecto, de idealidades eternas y absolutamente excelentes y bellas. Aristóteles en cambio representa el “realismo”, porque para él el verdadero ser no se halla en aquel trasmundo (mundo imaginario) delas ideas platónicas, sino en este mundo concreto en que vivimos y nos movemos todos los días.

2. Críticas a la teoría de las ideas
Aristóteles no comparte con Platón la supuesta necesidad de establecer dos mundos separados: segregar las ideas o esencias de las cosas sensibles, convertirlas en realidades separadas. Debido a que no admite esto, lo critica en cuatro puntos:
1) La filosofíaplatónica representa una innecesaria duplicación de las cosas: Platón afirma que hay dos mundos distintos: el sensible y el inteligible; con tal idea se vio obligado a explicar dos mundos, lo que supone el doble de explicación. Esto para Aristóteles era innecesario Hay un principio de “economía” y dice que “el número de los entes no ha de multiplicarse sin necesidad” la explicación más sencilla espreferible a la más complicada.
2) La segunda crítica se refiere a la manera cómo Platón intenta explicar la relación entre los dos mundos: Platón se vale de dos metáforas y en lugar de aclarar conceptualmente la cuestión (como debería hacer la filosofía) se refugia e imágenes literarias. Platón, en este sentido, habría quedado atado al mundo de los mitos, a un mundo anterior a la aparición delpensamiento racional y científico.
3) En tercer lugar no se ve cómo ni por qué dadas las ideas (que son estáticas, inmutables) tenga que haber cosas sensibles (que son esencialmente cambiantes): lo permanentemente, estático, y siempre idéntico a sí mismo no puede ser causa del devenir. La idea de casa, por sí sola, nunca hará surgir la casa real, que sería la cosa sensible (haría falta, además, elarquitecto o el albañil, según Aristóteles)
4) Una cuarta crítica se conoce bajo el nombre de “argumento del tercer hombre”: La semejanza entre dos cosas se explican porque ambas participan de la misma idea. Así, Juan y Pedro son semejantes porque ambos participan de la idea de “hombre”. Pero como también hay semejanza entre Juan y la idea de hombre, será preciso suponer una tercera idea, el “tercerhombre”, de la cual ambas participen y que explique su semejanza, y entre esta nueva idea, la anterior y Juan, habrá también semejanza, los cual nos embarca claramente en una secuencia infinita con la que nada se explicaría, puesto que lo único que se haría sería postergar la explicación, de tal modo que el problema quedaría siempre abierto.
3. Las categorías
La palabra “ente” como la palabra “ser”tienen diferentes significados todos conectados entre sí. El ente se dice en muchos sentidos: por ejemplo, “esto es una silla”, “esta silla es blanca”, “la silla es de un metro de alto”. En los tres casos nos referimos a entes, la “silla” “es”, y “es” el blanco y “es” la altura, pero está claro que en cada caso el “es” tiene un sentido diferente, y por ello Aristóteles dice que el ser se dice demuchas maneras.
Tales maneras se reducen a dos fundamentales: el modo de ser “en sí” (in se) y el modo de ser “en otro” (in alio).
El ser de esta mesa es en sí, se trata de un ser independiente.
El color o la cantidad, en cambio, son modos de ser que sólo son en tanto están en “otro ente” en tanto inhieren en él (es decir que son inseparables, están juntos).

Al modo de ser “en sí” lo llama...