armando scannone
Aunque al graduarse en la Universidad Central de Venezuela empezó a moverse entre obras y construcciones, desde hace unbuen tiempo su hogar –una amplia y silenciosa casa donde el arte es inherente a la atmósfera– es su centro de operaciones.
La gastronomía lo ha absorbido, y eso lotiene claro. Ocurrió de forma natural: desde que era un niño estaba atento a degustar y apreciar la comida, tanto, que iba haciendo una especie de repertoriomental. Con el correr de los años, el ingeniero Scannone vio con preocupación cómo se estaba perdiendo la comida criolla y, para alguien que puede comer asado negrosiete días seguidos sin aburrirse, eso era una tragedia. Entonces, recordando los sabores de su infancia y basándose en su memoria sensorial, comenzó una cruzada, queaún no termina, por salvar nuestro recetario, acompañado de Magdalena Salavarría, cocinera que ha trabajado en su casa desde hace más de 40 años.
Y si bien elinicio de esa historia lo marcó la aparición de su célebre libro rojo de recetas –que él mismo revisó, preparó y ajustó a la perfección– su labor ha ido más allá.Continuamente viaja para conocer propuestas culinarias foráneas, fue fundador de la Academia Venezolana de Gastronomía y, por supuesto, ha seguido armando recetas enpapel, como las que editó recientemente, bajo el título de Mi cocina ligera a la manera de Caracas, y que ya se conocen como “el libro verde de Scannone”.
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