Armero, un luto permanente

ARMERO, UN LUTO PERMANENTE
GARCÍA DÍAZ, Luz Nelly. ‘Armero, un luto permanente’. Bogotá. Random House Mondadori. Colección Debate. 1ra ed. Noviembre, 2005. Páginas 182.
Armero, un luto permanente es un testimonio de la Señora Luz García, sobreviviente y damnificada de la tragedia de Armero, Tolima el 13 noviembre de 1985 quien quiso 20 años después contar su relato y el destino de su familia.El relato lo ha dividido en dos partes, el primero donde narra lo que le sucedió a ella frente a los hechos en orden cronológico, dividido en antecedentes y vivencias hasta cinco años después, y la otra parte acerca de las anécdotas de diferentes testigos que vivieron la catástrofe donde cada uno de los sobrevivientes cuenta como vivió y vio el suceso, lo que crea en el relato un conjunto dehechos para ver desde los mínimos detalles como transcurrían los hechos.
En la primera parte, lo vivido por la autora, narra en principio los antecedentes a la tragedia, fechas de erupciones anteriores, como fueron alertadas las autoridades de los posibles riesgos (alertas que no se atendieron con la importancia requerida) y días anteriores ríos que se habían represado representando un alto riesgo deavalancha a los pueblos rivereños, en particular Armero. Inicia a narrar la tragedia desde la mañana del 13 de noviembre de 1985, caracterizada por fuertes tormentas de ceniza sin que ninguno de los habitantes previeran su destino, lo veían muy normal dice, que en contraste municipios como Honda del mismo departamento, realizo todas las medidas preventivas así sus habitantes se fueran en contrade su alcaldesa (posteriormente muy agradecidos) y en cambio se salvaron muchas vidas; pero en Armero todo fue negligencia, las emisoras afirmaban que solo cerraran sus puertas y ventanas que todo era muy normal a pesar de los fuertes ruidos y explosiones del volcán, afirma que siendo las once y media de la noche una fuerte avalancha con grandes piedras y un ruido estremecedor golpeo la cabeceramunicipal; aclara ‘esperábamos una inundación de agua, y se nos indico tener escaleras largas o en caso extremo subir a los arboles, pero nos llego una ola negra de lodo y piedras que se llevo todo sin dejar oportunidad para el escape’.
Comenta que los pocos que lograron salir sanos, amanecieron en el cerro adyacente a lo que era su municipio, con la luz del sol pudieron observar que todo por loque habían trabajado ya no existía; dice que recuerda aquella mañana a la que califica como un extraño amanecer, en la que veía todo el horror y dolor más de lo que podía haber imaginado, ‘escuchaba gritos de auxilio, personas mal heridas, que al final del 14 de noviembre en el atardecer ya no se volvían a escuchar’. Posteriormente aclara que aunque no estuvo después de ese día ya que se fue abuscar sus familiares, narra cómo fueron los siguientes días en la tarea de los organismos de socorro, y recalca como se realizó la recuperación de cadáveres; acerca de los cadáveres hace especial referencia dando imagen de infinito horror ya que explica que no pudieron recuperarlos todo, muchos quedaron en el olvido, dice los métodos que tuvieron que usar para controlar epidemias, y en esto narrahistorias particulares de vida que han marcado en la sociedad el recuerdo de estos sucesos, como el de la niña Omaira.
Volviendo a su anécdota narra cómo buscó por todos los municipios aledaños a sus familiares, comentando todo lo que veía en cada municipio, que vivían el horror de todos los muertos que llegaban de Armero, decía todo lo que tuvo que ver buscando entre heridos y muertos hasta que yaal 16 de noviembre se descarto que hubieran salido con vida. Mientras esto sucedía dice, muchos se aprovecharon de la tragedia para robar y saquear sin respetar el dolor de los demás, narra fríamente como eran capaces de incluso robar a los cadáveres ya en descomposición a los que ella nombra ‘valencheros’ que a pesar de que durante los tres días siguientes a la tragedia se daban fuertes...