Arnold Wu

Ya en 1998 Arnold Wu, a sus 28 años, la tenía clara: quería ser empresario. Sabía también que no deseaba seguir la estela del negocio familiar, vinculado al consumo masivo y al rubroindustrial.

Por entonces, era empleado de una empresa chilena. Mientras marcaba tarjeta, el sueño de la empresa propia lo perseguía. Un buen día, decidió renunciar y empezar alabrarlo.Wu había estudiado negocios internacionales en los Estados Unidos y tenía algunas pistas de cómo forjar su sueño. No quería un negocio que implique cobranzas al crédito ni que requierade fuertes inversiones iniciales. En cambio, quería un negocio modular, que le permita ir creciendo de a pocos. Fue precisamente en el país del norte donde empezó a escuchar alabanzas ala gastronomía peruana y entendió que la comida, en un país como el Perú, tenía un enorme potencial.La relación del pollo a la brasa con el Perú es estrecha. Existen miles de polleríasrepartidas en los distintos barrios de la capital y ciudades del interior. En el corazón de Miraflores, un local se había ganado una fama especial. Su hermano –y actual socio— se lo hizonotar. Se trataba de Pardo’s Chicken, presente en el mercado desde los ochentas. Wu se hizo cliente para estudiar el negocio hasta el mínimo detalle. “Te dabas cuenta que este local nosolo tenía ventas y clientes fijos. Tenía un good will [buena voluntad] hacia la marca muy fuerte”, sostiene. Pero el Pardo’s Chicken contaba con un único restaurante. Impulsado por suolfato, Wu negoció con el propietario y abrió una franquicia. Fue el primer paso. No tenía el dinero suficiente para adquirir el local entero –con todo y mobiliario—, pero ello no lesupuso mayor problema. Consciente de que Pardo’s Chicken despertaba fidelidad y que podía expandirse, apuró el segundo paso: compró la marca y empezó a buscar formas de añadirle valor.