Arqueología En La Obsolescencia

Lo obsoleto como lenguaje

En este mundo dominado por la obsolescencia controlada, pensada por Bernard London como una limitación a la vida útil de los productos para asegurar la necesidadde comprar nuevos y mantener activa la industria, es común que esta esté en una constante renovación y actualización. Prometiendo más y mejores resultados, muchas veces dándolos, se deja atrásmontañas de tecnología olvidada y tachada de inútil.
Mientras en los 90’s reinó el VHS como el formato de grabación y reproducción casero, algunos llegaron a experimentar el Laser Disc. Muy pocos llegarona conocer el CED, que estuvo abierto al mercado por sólo un par de años. Esto no cambio la vida de nadie afuera de algunos empleados que perdieron su trabajo; nada más fue un elemento más a la largalista de invenciones inútiles que sobran en este mundo.
Pero, ¿es realmente así? ¿Es el camino marcado por la industria el obligatorio? Una interesante dicotomía se presenta aquí. Hay tres caminosen realidad. El camino de la industria, el camino de la tecnología y el camino del arte. La tecnología avanza más rápido de lo que podríamos aprovecharla, la industria necesita escalonar el avancepara sustentar la inversión (recordemos que la Alta Definición existe desde los 80’s, lo mismo con la llamada banda ancha). Y sin embargo la eliminación de todo lo obsoleto, al aplicarsele un momentode pensamiento sensible, es ridícula.
La obra de Daniel Canogar busca reconectar la tecnología con el mensaje que carga. No crear contenido audiovisual, sino jugar con el que ya está hecho paradarle un nuevo significado, para especializarlo en una obra única que va más allá, una obra expandida.
No buscamos desechar a un trabajador cuando una máquina realiza su trabajo, lo ideal es queeste se adapte a otro rol. Cambia su función mediante la especialización. Así, lo que era lo mecánico, lo funcional, el formato, pasa a ser lo estético, parte de la composición física de una obra....