Arquitecto
Huellas en la pared
Ya no lleva su bigote y eso hace que se vea más joven que los 41 años que realmente lleva con alegría este maestro y artesano.Basta con estrechar su mano y sentir la magia que respira por sus poros de hombre trabajador.
Es sensible y profundamente espiritual y se sonroja cuando se le insinúa que la historiadel Carnaval de Blancos y Negros se divide antes y después de la llegada de Harold Roberto Otero Erazo al escenario de la fiesta magna de los nariñenses.
El ganador de cuatro primerospuestos, tres segundos lugares y un tímido quinto puesto en la premiación de la máxima de José Daniel Otero, un polifacético hombre Linareño de quien Roberto heredó el arte de lasmanualidades, el oficio de la sastrería, la habilidad del dibujo y el diseño de escenografías, y por supuesto, el profundo amor por los Carnavales.
categoría de Carrozas del Carnaval Pastuso, esel niño de la casa, el quinto hombre de los ocho hijos
Vale la pena mirar los ojos brillantes de Roberto Otero cuando tratando de buscar en el tiempo la figura de su pasado, se rebobina en sumemoria la película de los primeros trazos que como huellas de un hombre de las cavernas dejó para siempre en las paredes de bahareque, allá en Linares, en la casa de su abuela, donde con la navajade su tío marcó cabezas de caballos y perfiles de mujeres.
Entre la sonrisa y la nostalgia surgen sus palabras: "Hay huellas todavía ahí, aunque están un poco distorsionadas, pero sí lashay. Y aunque mi hermano me las dañaba, en la noche, mientras mi abuela y mi tía tejían sombrero, yo me dedicaba a dibujar, me dedicaba supuestamente a dañar las paredes. Aunque no legustaba eso, mi abuela nunca me dijo nada". Y vuelve de repente al presente para recordar las cariñosas palabras que su hermano le hizo llegar justo cuando Roberto visitó recientemente ...
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