ARQUITECTURA

GUION Nº 9: MAZDEKISMO. HEREJIA Y UTOPIA EN LA PERSIA SASANIDA (c. 484-528)

[bloque i – la persia sasánida] Persia, fines del siglo V. Desde la imponente ciudad capital de Ctesifonte, a orillas del Tigris, la dinastía irania de los Sasánidas gobierna despóticamente el vasto imperio multiétnico que fundara Ardashīr hace más de dos siglos y medio, allá por el año 224, tras derrotar al Gran Reyde Partia Artabán V —el último de los Arsácidas— en la batalla de Hormizdegan. Para los Sasánidas, aquella victoria resonante había significado nada menos que la restauración del antiguo Imperio persa de los Aqueménidas, poniendo fin a medio milenio de yugo extranjero. Los Sasánidas proclamaban haber restituido al Irán la independencia, la supremacía y la gloria que le habían sido injustamentearrebatadas. Pero en los hechos, las cosas eran bastante diferentes. Lejos de redimir a Persia, la nueva dinastía fue implantando un régimen autocrático aún más asfixiante que el anterior. A la descentralización del Estado característica de la época arsácida siguió la centralización del período sasánida. El malestar endémico de la sociedad persa a causa del despotismo imperial pone al descubierto lascontradicciones internas del movimiento nacionalista que llevó al poder a los Sasánidas. La renovación imperial iniciada por Ardashīr y continuada por su hijo Sapor sólo benefició a la nobleza y al clero iranios. Para la inmensa mayoría del pueblo persa, el cambio dinástico no trajo aparejado ningún progreso sustancial en sus condiciones de vida.
El Imperio sasánida se extiende desde laMesopotamia hasta el valle del Indo y de las estepas del Asia Central a las costas del Golfo Pérsico. A lo largo de sus cuatro siglos de existencia, la Persia sasánida tratará de expandirse hacia el oeste en aras de alcanzar los límites de aquélla otra Persia de la que dice ser sucesora. Pero las armas romanas primero y las bizantinas después frustrarán este ambicioso designio. En la frontera norte, lapresión de los pueblos nómadas obliga a los persas a movilizar una y otra vez sus tropas. En tiempos de Sapor, el Imperio sasánida se hallaba dividido en veintisiete provincias, cada una de ellas gobernada por un marzban designado por el emperador y reclutado entre las familias nobles del Irán.
La economía de la Persia sasánida es precapitalista, y como tal, esencialmente agraria. La fuerza detrabajo que sostiene esta producción agropecuaria está conformada mayormente por siervos, es decir, por campesinos adscritos a la tierra, la cual se halla concentrada en manos de la monarquía, el clero y la nobleza. En las ciudades prospera una artesanía orientada a la producción de artículos de lujo para consumo aristocrático: prendas de seda, tapices, cerámicos, trabajos de orfebrería, etc.Vinculado a esta artesanía suntuaria, el comercio de larga distancia, caravanero y también marítimo, enriquece a una clase de mercaderes que sabe aprovechar al máximo las ventajas asociadas a la posición estratégica de Persia, situada entre el Mediterráneo y el Lejano Oriente.
En época sasánida, la sociedad persa se halla polarizada en dos grandes clases de intereses y valores contrapuestos: laaristocracia terrateniente —integrada por la familia real, el clero mazdeo, la nobleza guerrera y la burocracia— y el campesinado (comerciantes y artesanos ocupan un lugar marginal en la estructura social). Las desigualdades sociales están consagradas por ley y por Dios. Una normativa jurídica rigurosa y escrupulosa, que en buena medida refleja el ideal de sociedad contenido en el Avesta —el libro sagradodel mazdeísmo—, instituye un orden de cuatro castas. En la cúspide de la pirámide están los sacerdotes. Procedentes de la tribu meda de los magos, ofician el culto, administran la justicia y educan a la juventud. Más abajo se hallan los guerreros, responsables de la defensa y engrandecimiento del Imperio. Conforman una nobleza de sangre orgullosa de su estirpe en la cual el ejército sasánida...