Arquitectura
Por Manuel González Galván
EL ESPACIO es objeto de gran significación para nuestra época, su análisis y máximo aprovechamiento nos es vital, hoy, cuando las rápidas comunicaciones lo acortan y la sobrepoblación congestiona las ciudades. La arquitectura contemporánea, percibiendo el impacto de esta civi· lización expansiva abandona sutradicional desarrollo horizontal y se repliega en verticales absorbentes, en colosales edificios que super· poniendo niveles lanzan al espacio lo que la superficie ya no puede contener. El antes primordial aprovechamiento de la extensión cede paso a la utilización del volumen. La apreciación de plantas en desarrollo bidimensional, al dominio de los alzados tridimensionales. El expansionismo es,por necesidad, una de las grandes características de nuestro siglo, consecuentemente, la apreciación de los valores espaciales ha sido una de las preocupaciones de la crítica moderna del arte, así como la revisión de las soluciones espaciales del pasado, tema de apasionado interés, a tal grado, que hablar de espacios parece estar de moda. Ello es solamente la natural consecuencia evolutiva de lamisma crítica que al buscar respuesta a problemas que siendo actuales no son precisamente nuevos, encuentra la explicación en el posible aprovechamiento de las experiencias del pasado. Así, la crítica se justifica y se hace necesaria históricamente cuando supera la simple elucubración arqueológica y alcanza una relación vital; búsqueda y descubrimiento que a su vez le sirve de apoyo para estimarlos valores intemporales del arte. 1
1 Como en seguida se verá con claridad, nosotros somos partidarios de una posi. ción moderna, y desprejuiciada· en la historia de la arquitectura, y de una actuali· zación de Ía cultura tradicional a la luz del pensamiento arquitectónico moderno. Pero el método de estos arquitectos frente a los monumentos no es el de una seria investigación moderna; laantiacademia si no en las' declaraciones, en los hechos, ha llevado demasiado a menudo a la anticultura, es decir, a la antihistoria. Si la lucha contra la decoración debía conducir necesariamente a un desinterés por los valores decorativos de la arquitectura tradicional, ¿qué decir de los valores volumétricos propugnados por el funcionalismo, y de los valores espaciales propugnados por la tendenciaorgánica? Una vez afirmada una c;onciencia moderna en la arquitectura, es lógico revelar lo moderno en lo antiguo.' La acadellli~ dice: "}:studia lo antiguo
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En la actualidad hay un conocimiento más amplio y directo de los monumentos por ser más fácil el acceso a ellos y estarse enriqueciendo cada vez más la documentación histórica y estilística. por ello la crítica. acorde con las inclinacionespropias de la época. se interesa hoy especialmente por la razón de ser de los espacios arquitectónicos. Por la historia sabemos cuándo se hicieron los monumentos, por la estilística cómo se hicieron y el círculo de comprensión sólo queda cerrado al entender por qué se hicieron así. El porqué dieron determinada configuración espacial sus creadores a nuestros monumentos novohispanos es justamenteel motivo de las observaciones anotadas en esta parte del ensayo. De una manera tan superficial como fácil ha sido acusada la arquitectura novohispana de ser tan rica en imaginación decorativa como aburrida, monótona y falta de vitalidad en la disposición de plantas y alzados, es decir, en lo que atañe directamente a la configuración espacial. Al estudiarla y analizarla así se hace una disociaciónde sus valores y se concluye que siendo un arte predominantemente suntuario adolece de pobreza en los más esenciales valores arquitectónicos, aceptándose, sin embargo y sin reparo, la contradicción de que fue un arte de imaginación fecunda en lo ornamental y pobre a la vez en las estructuras, o sea, que variedad y monotonía corren paralelas. Y si el rico aprovechamiento de lo ornamental en...
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