ART 2 ANOTACIONES
MANRESA
pp. 221-226
“No el mucho saber harta y satisface al
anima, mas el sentir y gustar de las
cosas internamente”
Mari Luz de la Hormaza
L
os Ejercicios de San Ignacio son una invitación a contemplar, disfrutar y gozar de la presencia de Jesús Vivo. Son tiempo de encuentro, tiempo de “estar”, tiempo de conocer con el corazón. Lo fundamental de la experiencia de quien seadentra en este proceso para buscar
y hallar la voluntad de Dios, no es adquirir muchos conocimientos sobre la
vida y obra de Jesús de Nazaret, si no llegar a amarle y seguirle. No se trata
de escuchar grandes fundamentaciones teológicas de quien da los Ejercicios, sino de dejarse hacer, dejar hacer a Dios en mí, escuchar lo que Dios
quiere decirme, dejarse empapar por la presencia del Señor que semanifiesta en lo más profundo del propio ser.
El que acompaña tiene como misión ayudar y no estorbar, para que el
ejercitante haga experiencia de un Dios que es amor y que se comunica. Un
Dios que se presenta como interlocutor cercano y amigo. En la invitación
al coloquio Ignacio dice: “El coloquio se hace propiamente hablando, así
como un amigo habla a otro, o un siervo a su Señor; quándo pidiendoalguna gracia, quándo culpándose por algún mal hecho, quándo comunicando
sus cosas, y queriendo consejo en ellas...” [Ej. 54].
Hacer Ejercicios es entrar en el ámbito de un Dios trascendente que se
hace humanidad. Es una invitación a escuchar a un Dios que llama al hombre a colaborar con Él, por Él y en Él, a la reconciliación de los hombres
entre sí y con Dios (2 Co 5,20), y a que la creación,puesta al servicio del
hombre, sea un reflejo de la gloria divina.
El libro de Ejercicios se abre con veinte anotaciones que forman un
pequeño Directorio. Forman un bloque completo que define qué son los
Ejercicios y cuál es su finalidad. Estas Anotaciones están destinadas fundamentalmente a la persona que acompaña los Ejercicios con el objeto de
proporcionarle un doble tipo de ayuda: a sí mismo ensu papel de acompañante y una orientación para quien ha de hacer la experiencia de oración. Su objetivo es teórico-práctico. Teórico en cuanto que dan una serie
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Mari Luz de la Hormaza
de principios, algunos de valor general y permanente y otros de carácter
limitado, que tanto el que da los Ejercicios como quien los hace deberán
tener en cuenta para alcanzar “inteligencia” del fin de losEjercicios. El
objetivo práctico será el de “ayudarse”, es decir, tomar en consideración lo
que el ejercitante ha de hacer para colaborar con Dios en la obra que se ha
de comenzar en conjunto1.
La segunda anotación concluye poniendo de relieQue las ideas queden ve la importancia de la interiorización: “porque no
el mucho saber harta y satisface al ánima, mas el
traspasadas por el sentir y gustar delas cosas internamente”. [Ej. 2].
corazón y los afectos Es una invitación a pararse a gustar y sentir. Ignadesde su experiencia sabe que lo que puede
por la razón cio
cambiar, mover a una persona es el experimentar el
amor de Dios, porque sólo el amor es capaz de
movilizar la sensibilidad y las zonas afectivas más profundas.
Poner la fuerza en el aspecto de sentir y gustar internamente, nosignifica minusvalorizar las dimensiones racionales o intelectivas del sujeto en
la oración, sino que el sujeto debe articular éstas con las afectivas, de modo
que las ideas queden traspasadas por el corazón y los afectos pasados por
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la razón a la hora del compromiso transformador.
Ignacio da importancia a estos aspectos en el desarrollo de los ejercicios, porque la experiencia le ha enseñado que loque está atravesado por el
mundo de los afectos es más hondo, más profundo y por lo tanto lleva más
fácilmente a la persona a un camino de conversión.
El saber muchas cosas de Dios, de la Biblia, de la realidad, no nos convierte, no nos hace más fraternos, más humanos; sin embargo el contemplar
a Cristo en los misterios de su vida, sí puede cambiarnos el corazón y transformarnos. Una persona se...
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