Art Culo De Garc A M Rquez Sobre Cr Nica

Páginas: 6 (1431 palabras) Publicado: 20 de agosto de 2015

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MIÉRCOLES, 26 de agosto de 1981
TRIBUNA:
El cuento del cuento
GABRIEL GARCÍA MARQUEZ 26 AGO 1981
Archivado en:
 
Gabriel García Márquez
Opinión
Novela
Narrativa
Literatura
Poco antes de morir, Alvaro Cepeda Samudio me dio la solución final de la crónica deuna muerte anunciada. Yo había vuelto de Europa después de un viaje muy largo, y estábamos en su casa de domingos, frente al mar miserable de Sabanilla, cocinando su legendario sanchocho de mojarras de a 2.000 pesos."Tengo una vaina que le interesa", me dijo de pronto: "Bayardo San Román volvió a buscar a Angela Vicario".
Tal comio él lo esperaba, me quedé petrificado. "Están viviendo juntos enManaure", prosiguió, "viejos y jodidos, pero felices". No tuvo que decirme más para que yo comprendiera que había llegado al fuial de una larga búsqueda.
Lo que esas dos frases querían decir era que un hombre que había repudiado a su esposa la noche misma de la boda había vuelto a vivir con ella al cabo de veintitrés años. Como consecuencia del repudio, un grande y muy querido amigo de mi juventud,señalado como autor de un agravio que nunca se probó, había sido muerto a cuchilladas en presencia de todo el pueblo por los hermanos de la joven repudiada. Se llamaba Santiago Nasar y era alegre y gallardo, y un miembro prominente de la comunidad árabe del lugar.Esto ocurrió poco antes de que supiera qué iba a ser en la vida y sentí tanta urgencia de contarlo, que tal vez fue el acontecimiento quedefinió para siempre mi vocación de escritor.
A quienes primero se lo conté fue a Germán Vargas y Alfonso Fuenmayor, unos cinco anos después, en el burdel de Alcaravanes de la negra Euferma. Para entonces ya había resuelto ser escritor, y mi padre me había dicho:"Comerás papel". Durante años soñé que rompía resmas enteras y me las comía en pelotitas, y nunca era el papel sobrante de losperiódicos donde trabajaba entonces, sino un muy buen papel de 36 gramos, áspero y con marcas de agua, tamaño carta, del que seguí usando siempre desde que tuve dinero para comprarlo. Sin embargo, Alfonso Fuenmayor y Germán Vargas coincidieron en que la historia del crimen era digna de ser escrita, aunque fuera comiendo papel. "No importa que sea inventada", me dijo Alfonso Fuenmayor; "así las inventabaSófocles, y fíjese lo bien que le quedaban". Más tarde, cuando regresó graduado de Columbia University, Alvaro Cepeda Saniudio estuvo de acuerdo, pero me previno sin reticencias: "Lo único peligroso " , me dijo, "es que a esa historia le falta una pata".
En efecto, le faltaba el final imprevisible que él mismo me contó veintitrés años después del crimen, pero entonces era imposible imaginarlo. GermánVargas, con su prudencia congénita, me aconsejó que esperara uno o dos años hasta que tuviera la historia mejor pensada. Yo no esperé ni uno ni dos, sino treinta años más.
No fue una demora excepcional, pues nunca he escrito una historia antes de que pasaran, por lo menos, veinte años desde su origen. Pero en esto caso la razón era más consciente: seguía buscando, en la imaginación, la pataindispensable que le faltaba al trípode, tratando de inventarla a la fuerza, sin pensar siquiera que también la vida lo estaba haciendo por su cuenta, con mejor ingenio. Fue don Ramón Vigilves quien me dio la fórmula de oro: "Cuéntala mucho", me dijo."Es la única manera de descubrir lo que una historia tiene por dentro".
Por supuesto, seguí el consejo. Durante muchos años conté la historia al derecho yal revés, por todas partes, con la esperanza de que alguien le encontrara la falla. Mercedes, que la recordaba a pedazos desde muy niña, la volvió a armar por completo de tanto oírla, y terminó por contarla mejor. Luis Alcoriza se a hizo grabar en su casa de México en una época en que todo el mundo era joven. A Ruy Guerra se la conté durante seis horas en un pueblo remoto de Mozambique, una...
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