Art Culo Videojuegos
Las familias jugonas importan mas que los jugadores solitarios.
Este artículo forma parte de lasección del podcast Game Over. Si te gusta el artículo puedes leer más contenido suyo en su apartado.
Cuando éramos niños, los videojuegos eran cosa de niños.Juguetes infantiles que atrofiaban el cerebro. Cosa mala, muy mala. Crecimos, y los videojuegos ya no eran cosa de niños. Eran cosas malvadas quecorrompían las mentes de los infantes con su ultra violencia, su lenguaje soez expuesto a todos, y su adicción sin aparente fin. Pero he aquí que llegaron los juegoscasuales, y todo se convirtió en un bello prado de paz, alegría y buenos deseos.
Un vídeo, el puto vídeo de presentación de la Wii, fue el inicio delcambio. ¿Qué mostraba el vídeo? Abuelos. No unos abuelos cualquiera, abuelos jugando a la Wii, abuelos jugando a videojuegos (o lo que fuera aquello). Pero lacosa no quedó aquí, evolucionó y envolvió a más miembros de la unidad familiar hasta que, al final, se conformó el marco tan bonito y potito que es ver ala familia unida jugando con una consola.
De repente los videojuegos eran menos malvados y unían más a las familias. Hacía más bien el Wii Sports que unpsicólogo familiar. Sonrisas, carcajadas, alegría sin aparente fin. Todo el mundo disfrutaba del panorama contemporáneo de los videojuegos... un momento,¿todos? ¿Qué hay de aquellos niños que jugaban con videojuegos cuando eran niños y que juegan ahora como adultos? Os lo diré, estamos en la sombra.
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