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«Matanza indiscriminada de Focas en Canadá»
«El peor pecado contra las demás criaturas no es el odio, sino la indiferencia… esa es la esencia de lainhumanidad», George Shaw.
Así comienza una de las tantas notas que leí este fin de semana y que causó un alto impacto a nivel mundial, la matanza indiscriminada de focas en Canadá.Cada primavera, en la Península del Labrador y de Newfoundland; de entre 12 días y 12 meses de edad, mueren a golpes para que su preciada piel, su grasa y sus partes íntimaslleguen al mercado occidental como productos de lujo, dietéticos o afrodisíacos.
Cualquiera que tenga licencia comercial o de caza o un certificado de aptitud para estaactividad puede participar de esta matanza, los cazadores utilizan una porra o una especie de pico grande para el hielo para matar a golpes a los bebés; y en lo sucesivo usanel rifle contra los adultos. En el año 2001, un informe de un equipo de veterinarios concluyó que la cacería vulneró las leyes básicas canadienses sobre bienestar animal,indicaron que al menos un 40% de los animales había sido despellejados estando vivos y conscientes.
El objetivo de la cacería son aquellos mamíferos que ya han hecho laprimera muda de su piel blanca (a la edad de dos semanas), las llaman “beaters” a las focas bebé de esa edad; también matan focas adultas, pero los informes del gobiernocanadiense indican que la amplia mayoría de animales muertos a palos tienen entre 12 días y 12 meses de edad. En la campaña de caza 2005-2007, el total autorizado por elgobierno, fue de casi un millón de focas; matar a estos magníficos animales sólo para que alguien se ponga su piel por encima de la propia, es sencillamente injustificable.