Arte Contemporaneo
1793. 165 x 128 cm. Oleo sobre lienzo.
Musées Royaux des Beaux-Arts, Bruselas.
-Es un espacio lúgubre, sombrío y apagado dado por la contraposición de sombra luz no justificado.
La simplicidad del conjunto es notable. Parece como si a David sólo le interesara destacar al protagonista y su obra; todo lo demás le resulta marginal.
-No hay ningunaidealización formal.
-El lado de la caja-mesa, que fija el plano-límite del cuadro, es un eje sobre el que se ven, con la alucinante evidencia de un trampantojo, las nervaduras de la madera, los nudos, los agujeros de los clavos; en las hojas se leen las palabras escritas, la fecha.
El borde de la tina, cubierto a medias por una tela verde y a medias por una sábana blanca, es la línea que separalas dos regiones, la de las cosas y la de la nada. Existe una intensa tensión entre las líneas verticales y las horizontales que sirven de estructura a la figura de Marat. Observemos cómo la curva que existe entre las líneas rectas rompe la rigidez de la obra, a la vez que acentúa el dramatismo (según la teoría manifestada por Kandinski de que un arco contiene una gran carga expresiva).
Podemoscomprobar geométricamente que la mano que aguanta el escrito es el centro de una circunferencia cuyo arco reseguiría el brazo caído y pasaría por la boca, uniendo tres elementos expresivos muy claros. Un segundo arco sobre el mismo eje centra la atención en el escrito y resigue el brazo izquierdo. La cabeza quedaría situada en el cruce de los dos arcos y en la línea de la tangente que los une.
Lacabeza, el escrito y la pluma están íntimamente relacionados mediante una figura triangular. La pluma señala la dirección del escrito, en vez de estar abatida. Igualmente, la nariz nos lleva hacia el escrito, como si en éste se centraran los valores humanitarios de Marat.
No hay figuras secundarias que nos pudiesen distraer del hecho "sagrado" y del personaje idealizado.
El plano-límite del cuadroestá definido por la caja, que es la que da estabilidad compositiva a la obra. Se trata de un cubo que le sirve, a su vez, de lápida ("A Marat. David").
Notamos en la figura la relación entre la nariz, que sigue la horizontal del borde de la bañera, y las cejas, que siguen las verticales de la caja y el brazo, y también la caída de la cabeza sobre el brazo. Y en el centro de convergencia de esteesquema compositivo, la boca de Marat, con su enigmática sonrisa del filósofo que ve realizarse lo que sabía que era su destino.
-La definición del lugar, tan detallista en primer plano, desaparece en la parte alta, más de la mitad del cuadro está vacía, es un fondo abstracto, sin ningún signo de vida. De la presencia tangible de las cosas se pasa a su desolada ausencia, de la realidad a lanada, del ser al no ser.
-En el cuadro hay una decidida contraposición de sombra y de luz, pero no hay ninguna fuente luminosa que lo justifique como natural. Hay luz en vez de vida y sombra en vez de muerte; no se puede pensar en la vida sin pensar en la muerte, y viceversa. La firmeza y la frialdad de la contraposición luz-sombra dan al cuadro una entonación uniforme, lívida y apagada, cuyosextremos son la sábana blanca y la tela oscura.
-En cuanto al aspecto tonal, el 50 % de la obra es una zona oscura, un 25 % está dominada por tonalidades grises y otro 25% por zonas con una fuerte iluminación.
-Su técnica primorosa, su definición de líneas, su escrupuloso detallismo, su nítido realismo, embellecido por un trabajo de luces magnífico que llena la habitación de una atmósfera mágica ygrandiosa a pesar de su simplicidad. Un monumento al ídolo, pero un monumento también a la pintura.
-Desde mediados del S. XVIII hasta mediados del S. XIX, Europa vive una serie de cambios políticos, sociales y culturales que se proyectan en la Historia del Arte en una compleja maraña de movimientos y corrientes. El impacto histórico de la Ilustración, la Revolución francesa, el Imperio...
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