ARTE DE MUJERES Y OTROS FEMINISMOS EN LOS SETENTA: REBELDES SUBVERSIVAS




ARTE DE MUJERES Y OTROS FEMINISMOS EN LOS SETENTA: REBELDES SUBVERSIVAS

. Arte feminista y de minorías étnicas y orientación sexual:
-Carencia e identidad
-El reparto de la diferencia en el cine clásico
-Lo personal es político
-Post-partum document
. Mitología del individuo


Carencia e identidad

El papel que ha ocupado la mujer en el mundo del arte hasta la década de lossetenta ha sido mínimo y siempre infravalorado en comparación con el desempañado por el varón blanco occidental1.El prototipo aceptado de artista ha venido identificándose tradicionalmente con un hombre blanco, supuestamente heterosexual, poseedor de una fuerza interior capaz de transformar nuestra visión de mundo, y profundamente individualista, incluso contra mundum. Una imagen altamenteromántica donde el genio creativo y el fulgor divinus no sólo distinguían género y color de piel sino también “supuestamente” inclinaciones sexuales. Un modelo, o mejor dicho una imagen que concretaba en si todos los ideales, sublimados, de la clase social que le dio la vida, siendo los museos de arte, a través de sus inclusiones y exclusiones los encargados no solo de difundir sino de institucionalizaresa visión, imponiéndola como un valor social , cultural e incluso económico indiscutible.

En este contexto no es de extrañar que la mujer y el negro hayan sido asimilados al “otro” ese otro tan reivindicado en esta era nuestra multicultural, o quizás fingidamente multicultural. Estigmatizados por su otredad, su verdadera razón de ser, su verdadera esencia, como han señalado los estudiospsicoanalíticos de Freud y su relectura y reinterpretación por parte de Lacan2, no debemos buscarla en ellos mismos sino en la carencia que les hace no ser nosotros. Su esencia, por tanto, no es una plenitud, sino, todo lo contrario, un vacío, un no ser hombre, un no ser blanco, un no ser heterosexual3.

A la mujer, al otro en general, se le ha asignado un lugar subordinado en nuestra sociedadpatriarcal, un lugar que ha sido planteado y reforzado por la ideología dominante a fuerza de repetirlo una y otra vez hasta constituir ese orden en una ley casi natural. En este sentido las cuestiones de diferencias de género, incluso de raza, no asientan sus fundamentos en bases biológicas o naturales, o incluso psicológicas sino en un sustrato ideológico que asigna a cada uno un lugar en el ordensocial, como señala Kate Linker.
Y es la ideología la que, por medio de la repetición, la identificación y el carácter artificioso de la sociedad burguesa, naturaliza sus categorías variables y culturales, de manera que aparecen como esencias o verdades inmutables4.

El reparto de la diferencia en el cine clásico

El papel de este “otro” se ha reducido en muchos casos a un sujeto de visión parael sujeto dominante5 como ocurre, por ejemplo, en el caso de la representación de la mujer en el cine norteamericano de las décadas del cuarenta al sesenta; la mujer sólo existe como tal en la medida que es sujeto para la visión del hombre/espectador, o ayuda a dar sentido, a reforzar, el papel activo del sujeto/masculino, el actor protagonista.
Laura Mulvery en “placer visual y cine narrativo”sienta las bases de la investigación feminista de la diferencia sexual en su relación con el placer cinematográfico. Según Mulvery, existe una clara dicotomía sexual en la mirada: los hombres miran a las mujeres, y las mujeres son “para se miradas”. La mirada determinada del varón proyecta su fantasía sobres la figura femenina, a la que talla a su medida y conveniencia. Una división del trabajosimilar entre actividad y pasividad domina la estructura narrativa puesto que es le hombre el que hace que la historia se desarrolle en todos los niveles textuales. A través de la identificación con el personaje masculino, el espectador se encuentra en una situación privilegiada ya que, por una parte, contempla a la mujer expuesta como espectáculo y, por otra, domina los acontecimientos de la...