Arte Japonés, Arte En Cadena

Superflat, a vueltas con la felicidad

Si hace unas décadas las señas culturales japonesas quedaban diluidas por la enorme influencia china y occidental, y lo único que exportaban erangrabados en madera o el lado más espiritual y refinado del arte, actualmente en Japón se vive una renovación artística donde las influencias exteriores van en retirada en pro de las nacionales, participandoen la escena internacional con su cultura popular fomentada especialmente por los adolescentes. Se acabaron las piezas de porcelana, las filigranas en jardinería, las tediosas ceremonias del té o eljudo y el kárate, y es que el national cool japonés, como se conoce a este fenómeno, prefiere dar paso a las últimas formas de expresión, como el movimiento más reciente Kawaii [adorable], queconsigue que el artista se despegue totalmente de la realidad creando imágenes digitales muy sofisticadas.


La auténtica revolución en el panorama cultural japonés llegó en la década de los 60 conel movimiento Otaku [sabelotodo] que aparece como consecuencia de la ocupación norteamericana después de la II Guerra Mundial. La sociedad huye del drama de las bombas atómicas recurriendo alinfantilismo, en gran medida explicado por el tono paternalista que ejerció EEUU sobre los japoneses y por el sometimiento al sueño americano que les era totalmente ajeno. Surgen así el manga y el anime eindividuos enganchados a la alta tecnología, a los videojuegos, a las películas animadas… generándose una subcultura juvenil de adolescentes que, en su comienzo, rozan la marginalidad.


Unode estos jóvenes es Takashi Murakami [Tokio, 1963] que creció ligado a la cultura otaku e inventor del movimiento artístico japonés actual más internacional Superflat [superplano] en el que refleja lasconsecuencias del sufrimiento del pueblo japonés tanto por los horrores de Hiroshima y Nagasaki como por la ocupación norteamericana que ejercía su poder con mano dura. Este artista señala que la...