Arte y psicoanalisis

ARTE Y PSICOANÁLISIS[1]

En los últimos años han capturado mi atención los fenómenos relacionados con la creatividad en las diversas ramas del arte: plástica, literatura, música, poesía, etc. He intentado desentrañar algunos de sus misterios más recónditos, impulsado por el placer que me despierta las manifestaciones artísticas y también por una curiosidad: me interesa saber si podíausufructuar lo descubierto en esas investigaciones sobre lo creativo en mi práctica psicoanalítica y más allá de ella, en mi vida personal. Creo que quienes nos dedicamos a tareas clínicas tenemos mucho que aprender de los que acontece en los territorios de la creación artística.

Las preguntas que han estado como telón de fondo mientras escribía este texto podrían sintetizarse así: ¿quéimpulsa a la creación artística? ¿Cómo es la gestación y parto de una obra de arte? ¿Cuáles son las características de la mente creativa? ¿Qué resortes se activan en quien toma contacto con una producción artística? ¿De dónde proviene la energía necesaria para la consecución de los logros artísticos?[2] Está claro que no pretendo dar respuestas exhaustivas a todos estos interrogantes; exponerlos desdeel comienzo mismo de este artículo es un intento de compartir con los lectores el sotobosque del que brotaron los comentarios que haré a continuación.

Carencia de títulos y bagajes me impiden abordar el tema en cuestión como especialista en arte. Lo haré, pues, en tanto psicoanalista que se ha sumergido con placer e interés en arenas que no son estrictamente las de su oficio. Pienso quelas incursiones de los analistas en esas – y en otras- disciplinas pueden ser útiles para el trabajo con los pacientes, siempre y cuneado no se pierda de vista la especificidad de la clínica: la praxis psicoanalítica se despliega en un campo bien diferente del de las artes, cosa que – como veremos a continuación – no excluye la existencia de puntos de contacto entre ambos mundos.

1. Fuerzasen interacción

Los procesos creativos permiten a los artistas inventar y descubrir paradojas, dándole forma; les posibilita descubrir las contradicciones que están presentes en el corazón de las cosas – y de las situaciones – y hacerlas fecundas, al encontrar para ellas unas formas de resolución originales, que quedarán plasmadas en la obra de arte. Asimismo, ellos captan las fuerzas eninteracción y las tensiones que le son correlativas, para resolverlas, más tarde, mediante una configuración o un movimiento inusitado.

En términos generales – y esto ocurre en todas las ramas del arte – las obras especialmente valiosas resultan ser aquéllas que se presentan ante los sentidos de quien la disfruta como la resultante de un juego de fuerzas que es representado – o sugerido –mediante figuras y movimientos discernibles en el objeto artístico. El creador sabe hacer algo interesante con ellas, al encontrar maneras originales de representarlas plásticamente. Se las ingenia para insinuarnos un conflicto y mostrarnos el giro o el ademán que lo resuelve. El conflicto implícito más la resolución inventada quedan plasmado en la producción, aunque casi siempre de manerainacabada, para que sea el destinatario quien complete, desde su subjetividad, la obra. Esta capacidad de solventar plásticamente la pugna entre fuerzas antagónicas, no es ajena a la sensibilidad exquisita del creador.

Mi interés por la creación artística es, en parte, estético y en parte, psicoanalítico. El primero no necesita aclaración; el segundo, tal vez sí: es que el conflicto psíquico –lugar privilegiado de impacto de nuestras intervenciones en la clínica – está también constituido por fuerzas en interacción permanente. Los síntomas clínicos no son sino resultantes de transacciones entre ellas. Esta lucha entre tendencias opuestas que cohabitan en la mente, al ser vividas por el sujeto como una situación sin salida – en el límite: como irresoluble -, le abocan al malestar y a la...