RESISTENCIA, ARTE Y POLÍTICA Emiliano Sacchi* El presente trabajo intenta mostrar cómo es posible a partir de la ruptura con el modelo platónico de pensamiento, con lo que Deleuze llama la imagen dogmática y también estatal del pensamiento, dar lugar a una consideración de la subjetivación como ámbito de experimentación política. Ese ámbito de experimentación se puede pensar en el seno mismo dela obra platónica, a partir de la disputa que éste mantiene con los artistas y que lo lleva a expulsarlos de la polis. En esta expulsión, en el rechazo al simulacro, de lo que se trata es de asegurar el buen orden de la ciudad y de determinar quién puede y debe gobernar, de encerrar al arte (pero también a la política) en los límites de la mimesis y la representación. Ahora bien, este buen orden dela polis es en primer lugar, un orden estético: desde el momento que la polis se realiza, lo hace trazando un mapa urbano, un escenario: son las reformas iniciadas por Clístenes las que trazan el mapa urbano y estriado del pensamiento. Platón, amigo de los tiranos, consejero del príncipe, es decir, filósofo de estado, es un escenógrafo. Pensar es inventar una escenografía, realizar una puesta enescena en donde tenga su lugar lo que es. Se trata siempre de imponer un ámbito de visibilidad. Así, en el libro X de la República Platón invita a su interlocutor (Glaucón) a realizar la ilusión artística mediante el simple gesto de levantar un espejo en el cual refleje el cielo, la tierra y a él mismo, concluyendo que el pintor hace algo idéntico al imitar un zapato o una cama, tanto como elpoeta al imitar a un gran guerrero. En esta escena se condensan bien las ideas que Platón nos legó y se juega toda la ambigüedad de las relaciones del arte y la política: El producto del pintor, del poeta, del artista como la imagen que el espejo devuelve es una simple imitación de la apariencia, copia de una copia, alejada por lo tanto en tres grados de la esencia. El artista produce merossimulacros. Pero Platón va más allá, hay una diferencia de naturaleza entre el zapato del zapatero y el del pintor, no sólo una degradación sino algo que produce horror en él, una violencia: como diría Deleuze «La copia es una imagen dotada de semejanza, el simulacro una imagen sin semejanza»1. Es esta falta de semejanza la que estará en el centro de la cuestión de las relaciones entre estética y política,el artista está demasiado lejos de lo verdadero2, es un falsificador y tiene la mala potencia del embaucador, consigue una semejanza meramente exterior a través de astucias y engaños3. Así, la expulsión de los artistas de la polis es el gesto político-estético del platonismo por excelencia. Por ello cuando el arte –con Platón y más acá- sea valorado positivamente, lo será por su capacidad desemejar un original, por dar cuenta de lo que es, por representarlo
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Lic. en Ciencia Política por la FCPyRR, UNR. Doctorando UBA Sociales. CONICET. Presentado en las Primeras Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea, Bs. As. 2010 1 DELEUZE, G. Lógica del Sentido, Planeta, Bs. As., 1994, Pág. 259 2 PLATÓN, Republica, Eudeba, Bs.As, 1984, 598c 3 Idem.
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correctamente:en suma, por responder a la escenografía estable del pensamiento 4. Determinar un ámbito de la visibilidad es el primer gesto de todo pensamiento político. Si el arte molesta tanto a Platón, al punto de expulsar a los artistas de la ciudad es porque, su técnica poética los lleva realizar una curiosa operación: si poiesis es pasaje del no ser al ser la técnica del artista es escandalosa. Produciendosimulacros (phantasmata) daría paso del no ser al no ser. Mediante la magia de su multiplicación pondría en entredicho todo lo que es. Platón debe expulsar a los artistas de la polís antes que hagan imposible toda selección, antes de que el simulacro se multiplique locamente por toda la ciudad haciendo caer bajo la potencia de lo falso a lo Mismo y lo Semejante, antes de que sea ya imposible...
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