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CRÍ'l'JCA
CULTURA

escritura que la englobaba. Lo más interesante es que el sentido
general.de descubn~mento de errores, o al menos de juicio negativo,
persistlo con su caracter de pnmano. Esto ha conducido incluso a la
distinción de apreciación como una palabra más suave para el juicio
de_l~ literatura. Pero lo sigrúficativo en el desarrollo de crítica y
critiCo es elsupu~s.to del JUICIO como la respuesta predominante y
hasta natural. (Cntico tiene otr? us? especializado pero importante
y p~rsistei_lte, no para designa~ elJUICio, sino para referirse a un punto
de mflexwn en medicma; deciSIVO, por lo tanto. La misma palabra
c~·¿sw, desde luego, se extendió a cualquier dificultad y cualquier
VIraJe crucial.)
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Si bien en su sentido más general críticaevolucionó-hacía censura
(que en _el Sl7 adquirió una implicación más adversa que neutral), en
su sentido espec~ahzado evol';lcionó hacia GUSTO (v.c.), cultivo y, más
tarde, . CULTURA (v.c.) y d¿scnm~":ac¡ón (en sí misma una palabra
escmdida, con un sentido positivo referido al juicio adecuado 0
m:ormado, pero también un sentido fuertemente negativo de excluswn Irrazonable o :ratamiento injusto de algúngrupo· exterior; cf
RACI':L). La formacion subyacente a la evolución más general es muy
dificil de entender porque eJerce una mfluencia muy poderosa sobre
~uest~a me~~e. En su p~imer período, la asociación es cori una aptitud
mstrmda o mformada . A menudo intenta conservar aún ese sentido. Pero su desarrollo crucial, a partir de mediados del Sl7, dependió
del arslamiento de la recepción delas impresiones: el lector, podríamos decir h~y, como CONSUMIDOR (v.c.) de una serie de obras. Su
generah~acion, dentro de una clase y una profesión particulares,
dependw del supuesto que gusto y cultivo mejor representan: una
forma de desarrollo social de las impresiones y respuestas personales, al_ extremo de que podían presentarse como los ESTÁNDARES (v.c.)
del;uocw. Este uso pareceestablecido en la época en que aparecieron
los Elements of criticism de Kames (1762). La noción de que la
respuesta era un JU!cw dependía, desde luego, de la confianza social
de una clase y, mas adelante, de una profesión. La confi,;mza se
especificaba de d1:ersas ma~eras, originalmente como aprendizaje 0
saber, más tarde como cultwo y gusto y después como SENSIBILIDAD
(v.c.). En diversas etapas sefracturaron formas de esa confianza y en
el ~20, en especial, se hicieron intentos de reemplazarla por metodologias ob;etwas (cf SUBJETIVO) que proporcionaran otro fundamento
para el JUICIO. Lo que no se cuestionó fue el supuesto del "juicio
autonzado". En sus pretensiones de autoridad ha sido repetidamente
Imp';lgnado, desde luego, y crítico en la forma más común de este
sentido especializad~como reseii.ador de piezas teatrales, películas,
hbros, etc., ha ad_qmndo un sentido comprensiblemente ambiguo.
Pero esta srtuacwn no puede resolverse mediante distinciones de
esta tus entre crítico y reseñador. Lo que está en cuestión es no sólo

la asociación entre crítica y descubrimiento de errores, sino la
asociación 1nás básica entre crítica y juicio "autorizado" como procesosaparentemente generales y naturales. Como término para referirse a la generalización social o profesional de los procesos de
recepción de cualquier tipo de COMUNICACJóN (v.c.), pero especialmente
de los más formales, crítica se vuelve ideológico no sólo cuando
asume la posición del consumidor sino también cuando la enmascara
mediante una sucesión de abstracciones de sus términos reales de
respuesta(cmno juicio, gusto, cultivo, discriminación, sensibilidad;
desinteresado, calificado, riguroso, etc.). El sentido persistente de
crítica como descubrimiento de errores es la influencia lingüística
más útil contra la confianza de este hábito, pero también hay signos,
en el rechazo ocasional del término como definición de una respuesta
consciente, de un rechazo más significativo del hábito...