Arte

LA PERSPECTIVA ACERCA DEL ARTISTA Y SU TEDIOSA LABOR.

Al pasar los años, los artistas han sido siempre seres que hallan con dificultad un sitio en donde realizarse y, más que todo, en el cual mostrarse abiertamente mediante la expresión de sus sentimientos y en todo su esplendor hacia un público complaciente que los aplauda. Muchos de estos hombres sensibles alegan que no les importa talcuestión ya que lo que hacen, lo hacen “por amor al arte”, “el arte por el arte”, y no le ven importancia al sentimiento que produce la ovación reverencial que se recibe estando frente a un auditorio, una tarima, una muestra de arte, una conferencia, etc. Sin embargo, una característica natural e innata de los seres humanos es el tender a sentir paz y armonía al ser objeto de admiración. Tal vez losartistas critiquen el tipo de admiración supremamente ciega y ferviente, porque esta traerá consecuencias nefastas para quien la profesa ya que lo hundirá en un mundo de No auto-aceptación, inconformidad y dependencia extrema, pero nunca se podría negar que uno de los más palpitantes deseos del artista es que el contemplador estético se plazca, se deleite y viva junto a la obra de arte los mismossentimientos que apresaron a éste en el momento de la creación de la expresión. Pero eso sí, como ya lo dije antes, los creadores del arte nunca han pretendido sumergir al seguidor/a de su estilo o corriente, en la bruma de la adoración que raya en lo fanático, debido a que esto resulta de carácter excesivo, y nada de lo que se mueve entre los excesos puede terminar bien. Hasta los excesos de VanGogh, que durante su vida fue una gema multicolor y valiosa, llena de pasiones y desilusiones, dichas y desgracias, poseedor de una exacerbada capacidad creativa, a pesar de todo esto, sus excesos finalmente lo llevaron a la tumba de una lastimera, pero esperada forma, debido a su estilo de vida a la corta edad de 37 años.
A pesar de los palpitantes deseos que se ciñen sobre el artista, que lohacen querer captar el asombro de los contempladores, frecuentemente el destino “normal” y “esperado” de la comunidad de artistas es el de ser relegados por las personas del mundo terrenal hacia los confines de un mundo supuestamente “incomprensible” y de “escaso raciocinio y veracidad”. Hay que hacer la aclaración de que la labor artística se encuentra dentro de unos parámetros totalmente distinos,sin forma, ni sentido convencional, pero altamente llenos de ingenio y creatividad divina, mucho más elevada que otras labores. Esto es una realidad que se puede palpar día a día, lastimosamente. Es como si el artista emanara un molesto aroma a esencias de vainilla que embriagara y repelera inmediatamente a cualquier persona que tuviese la intención de acercase a éste o, por lo menos, de mirarlode soslayo. El mencionado aroma es apreciable para una minoría que valora las incongruencias lúcidas y monólogos apasionados emitidos por una voz llena de este tipo de conocimiento –el artístico- que ha sido condenado desde los primeros días, por ciertas personas encargadas de frenar el progreso en el que la sociedad, lenta, pero a veces decisivamente, se ha querido embarcar. Y pues,despreciable, no podía faltar, para el gran pueblo bárbaro en el que vivimos hoy en día que se divierte mucho viendo por cable una sarta de telenovelas nocturas, y más que todo vespertinas, sin contenido crítico-filosófico alguno, haciéndonos sólamente embrutecer cada día más con sus historias vanas y repetitivas cuyos finales ya sabemos por la cantidad de emuladas versiones que hemos visto en el pasado.Además de esto, nos damos a la tarea de ir repitiendo pegajosos estribillos de canciones que han sido creadas, seguramente, con un propósito lucrativo que sobrepasa el propósito netamente artístico sin interés alguno. A la sociedad moderna-contemporánea, se le hace muy engorroso entablar conversaciones cotidianas e informales con los artistas principalmente por la diferencia que existe entre la...