arte
2. El arte del siglo XX nos legó prevenciones y temores contra la belleza, difíciles de superar. Para las vanguardias deprincipios del siglo, el arte como producción de belleza es el arte del pasado, el arte del poder y de los valores burgueses cuya validez desestimó la primera Gran Guerra. Según la consigna dadaísta, loque el nuevo artista necesita para el arte del presente ya no es estética sino un estado mental, y junto a su actitud libertaria campea la consigna política activista del arte comprometido de losmovimientos revolucionarios de entonces. La instrumentalización de la belleza en los sistemas totalitarios afianza la indisposición, desacredita la belleza en el mundo de la vida cotidiana y la consagrapara el arte de propaganda; la belleza queda para la publicidad, para acreditar con su aura de exclusividad la prodigalidad de los estímulos para el consumo. Los artistas que se atienen a la autonomíadel arte tampoco se comprometen con la belleza; para inmunizarse contra cualquier poder, radicalizan dicha autonomía, la convierten en una autorreferencia que no admite para el arte más logros que los...
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