Articulo De Enrique Peña Nieto
Todo comenzó cuando Peña fue a la Universidad Iberoamericana el 11 de mayocuando le preguntaron sobre lo sucedido en el 2006 en Atenco, Estado de México. Asumió la responsabilidad pero mintió al asegurar que "la Suprema Corte" había "validado" su "decisión de emplear lafuerza pública"; de hecho, el máximo tribunal concluyó que "hubo graves violaciones a los derechos humanos". Los jóvenes se enojaron y expulsaron a gritos al candidato priista; ahí empezó un movimiento deconsecuencias impredecibles.
En los días que siguieron el PRI continuó torciéndole el cuello al rigor informativo. Maquillaron lo sucedido con un video color de rosa, pusieron en duda la legitimidadde los estudiantes e intimidaron a los más activos contando para ello con la complicidad de algunos medios.
Durante esa semana Peña Nieto respaldó la tesis de conspiración (la "izquierda orquestaprotestas en mi contra") y en ningún momento reconoció que en Atenco su gobierno violó masivamente los derechos humanos ni condenó explícitamente a los militantes de su partido que utilizaron laviolencia en las tres ciudades como lo informo el periódico la jornada. El lunes hizo una rectificación de fondo cuando presentó ante el grupo de intelectuales y empresarios conocidos como "los preguntones",un Decálogo del Buen Demócrata.
En una maniobra sorpresiva Televisa pasó del silencio a una cobertura equilibrada. En el programa de análisis Tercer Grado del pasado miércoles 16 ya hubo críticas alPRI y elogios a los jóvenes y el lunes 21 Carlos Loret de Mola dedicó un amplio espacio a la insurrección juvenil. ¿Bastará un pequeño viaje para apaciguar y desmovilizar a los jóvenes?
Mi primeraimpresión es que la molestia juvenil es un rechazo a una forma de hacer política asociada con el PRI pero imitada, con mayor o menor gracia, por los otros partidos. Están justificadamente enojados...
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