Articulo de opinión (Uribe)
No importa que un puñado de insensatos le auguren extradición, presidio y tormento, nique sea intelectualmente incorrecto apreciar su obra y un supuesto signo de inteligencia el demeritarla. El hecho es que la mayoría silenciosa reconoce los logros de estos ocho años de gobierno sineludir las falencias ni ignorar los desaciertos porque la gran masa de colombianos, ajenos a ese activismo político que obnubila los sentidos, advierte con sosiego el contraste entre el país de antes,del que todos querían irse, y el de ahora, que ya no avergüenza y hasta empieza a despertar fundado orgullo. En síntesis, los colombianos reconocemos que Álvaro Uribe nos devolvió la esperanza y elpaís.
Los detractores se siguen preguntando, indignados, qué le ve el pueblo a Uribe, cuál es la 'magia'. Entre otras cosas, una dedicación absoluta, una cercanía íntima con los gobernados y unadeterminación rotunda de cumplir los objetivos propuestos. De su descomunal capacidad de trabajar hemos sido testigos todos; un ímpetu, una intensidad que a ratos abruma. Fernando Londoño dice que "para eltrabajo, parece nacido de la raza de los titanes", y no se equivoca en su conclusión: "Otro como él no volverá".
Su contacto con la gente y el combate contra la violencia están estrechamenteligados. Antes de Uribe, el Presidente de Colombia era un señor que nunca salía de Bogotá, y más concretamente de los cocteles que organizan esos que tanto denigran de él. Y no salían de la capital porque,a pesar de sus esquemas de protección, en ninguna parte estaban seguros tras décadas de entrega de la soberanía a narcos, paracos y guerrilleros, o a cualquiera que tuviera con qué pagar un buen...
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