Articulo investigacion accion
los desafíos de la investigación critica
Juan Manuel Escudero Muñoz*
Introducción
Soltis declaraba hace algunos años:
Como filósofo de la educación me sorprende el hecho de haber sido incapaz de ordenar en un marco conceptual coherente los muchos y ampliamente diversos lenguajes y lógicas de la denominada investigación educativa... Es difícilver alguna relación entre, por ejemplo, estudios descriptivo correlacionales sobre variables educativas relevantes, la investigación sobre metacognición, el análisis interactivo entre aptitudes y métodos de enseñanza, la historia educativa revisionista, la teoría del desarrollo, la investigación reconceptualizadora, los estudios etnográficos de las aulas, las criticas neomarxistas sobre laescuela, los enfoques conductistas, las descripciones fenomenológicas, la experimentación sobre los efectos de la educación, y muchas otras áreas más (...)
Podríamos decir que existen múltiples lenguajes y lógicas investigadoras y que, de uno u otro modo, cada una de ellas intenta dar sentido a algunos de los aspectos de la educación, cualificándose así como investigación educativa. (1984, p.5)
Estaapreciación de Soltis parece bien certera en un sentido, pero podría ser objetada en otro, y concretamente en lo que podría inferirse, a partir del segundo párrafo, con respecto al debate epistemológico sobre los presupuestos, naturaleza y propósitos de la pluralidad y coexistencia de los diversos lenguajes y lógicas investigadoras en educación.
En efecto, los últimos veinte años han ofrecidotestimonios suficientes de investigación educativa como para que haya de concluirse, a estas alturas y ateniéndonos a los hechos, que nos encontramos con una panorámica abigarrada, multiforme e incluso muy dispersa en el ámbito de la teoría y de la práctica investigadora en educación. No sería correcto afirmar, sin embargo, que el campo de la investigación educativa merezca ser definido, ahora, como elimperio indiscriminado y fragmentario de una multiplicidad de enfoques metodológicos y temáticos que coexisten todos con el mismo grado de legitimidad conceptual; que acotan todos del mismo modo su razón de ser educativa en tanto su objeto de análisis es la educación en sus respectivas facetas; o que esa coincidencia de las distintas lógicas y lenguajes investigadores en la educación como objetode análisis sea más relevante que sus virtuales discrepancias en lo que concierne a los supuestos, propósitos, contextos y métodos, en los que se basa, en última instancia, la construcción del conocimiento y su utilización en y para la práctica educativa.
Tras estos últimos años de investigación, y hay que decir también que de reflexión teórica y metateórica sobre el pensamiento y la investigacióneducativa (Kemmis, 1988), estamos en condiciones de reconocer, por un lado, un considerable incremento de la cantidad y calidad de las diversas modalidades de construcción de conocimientos sobre los fenómenos escolares y educativos. Por otro, y al mismo tiempo, una actividad, que ha resultado muy fructífera, encaminada a legitimar y discutir ideologías y supuestos, valores y actitudes, procesos,procedimientos y técnicas, propósitos y sentidos, sujetos y protagonistas, de la investigación educativa. En definitiva, puede decirse que la progresiva constitución de una instancia teórica para la legitimación y validación de la naturaleza y el sentido de la investigación educativa, y no sólo para la puesta a punto y fundamentación de las condiciones formales y metodológicas de la misma, hasido, quizás, el desarrollo más destacable que ha ocurrido durante la última década en el tema que nos ocupa. Esa instancia de reflexión, fundamentación y validación de la investigación educativa es tanto más importante por cuanto que representa un conjunto de criterios normativos ineludibles para la realización y la legitimación de la actividad investigadora. De este modo, la investigación en...
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