Articulo sobre postergar
Acusar a las circunstancias, la mala suerte o a los demás por los problemas que tenemos o por las cosas quenunca hemos llegado a conseguir, no sólo enmascara nuestra pasividad para tomar decisiones, sino sobre todo suponen excusas para justificar por qué no hemos empezado aún a hacer algo.
Existendeterminadas tareas en las que es más fácil postergar las soluciones. Mantener un empleo que no nos satisface, continuar una relación que se ha perdido, no luchar contra el cigarrillo, el alcohol, retrasar laspequeñas reparaciones, la limpieza de la casa, ponerse a dieta, empezar a hacer deporte, etc.
Pasar todo el año soñando con las vacaciones supone la dilación de no buscar ahora la felicidad sinoesperar a que las circunstancias lo hagan por nosotros. Aburrirse es perder la ocasión de hacer algo que nos estimule y nos haga sentir satisfechos. Utilizar a los hijos, por sus cuidados y sueducación, como excusa para no continuar los estudios, ir al cine o tomarse unas vacaciones, es también una actitud dilatoria que demuestra nuestro temor a no ser capaces de dirigir nuestras propias acciones.El motivo de postergar las cosas que tenemos que hacer puede ser el miedo (al fracaso, al éxito, al cambio, etc.) o querer tener una excusa para justificar un trabajo mal hecho diciendo que nohemos tenido tiempo suficiente.
Posponer las cosas hasta el último momento, en que con el agua al cuello resolvemos el problema nos permite la ilusión de pensar todo lo que podríamos hacer siaprovecháramos así todo nuestro tiempo. Pero no lo hacemos.
Según Carmen Galgo, psicóloga clínica, "todo el mundo pospone cosas y eso no significa que seas víctima de una patología. El problema se...
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