Articulo_sourdis

Azúcar: una alternativa imposible en el siglo XVIII
Adelaida Sourdis Nájera
El descubrimiento de América y la apropiación del nuevo continente permitieron a
España hacerse a inmensas riquezas en plata y oro, que la convirtieron en el país más rico y
poderoso de Europa en el siglo XVI. Apostó su economía a la extracción y acumulación de
metales preciosos, de acuerdo con los postulados delmercantilismo que cifraba en ellos la
riqueza de las naciones. En la conquista, la apropiación se constituyó mediante el despojo
de los tesoros indígenas juntados durante centurias. Los objetos preciosos de Moctezuma,
de Atahualpa y de las sepulturas del Sinú deslumbraron a Europa y la fiebre del oro
obsesionó a las mentes que deliraban con ciudades de oro y la fuente de la eterna juventud.
Eldescubrimiento de minas confirmó los recursos fabulosos. Dos grandes áreas atesoraban
montañas de plata, México, en el Norte (Zacatecas 1.546) y Perú en el Sur (Potosí 1.545).
Allí la metrópoli fundó sendos virreinatos y centró en ellos su acción para manejar su vasto
imperio. Una tercera región aurífera era menos importante, pero guardaba en sus entrañas
el codiciado metal amarillo: las provincias del NuevoReino de Granada donde un cacique
se cubría íntegramente con oro y esmeraldas y se sumergía en una laguna sagrada para
ofrendar a sus dioses.
La prioridad de la Corona española fue entonces, controlar la producción minera y
organizar una manera rápida y segura para remitirla a España. Se articuló un sistema
comercial restrictivo en el que las posesiones americanas se convirtieron en fuente demetales preciosos y en un mercado cerrado, manejado por monopolios de comerciantes que
actuaban en llave con la Corona a través de puertos exclusivos, Sevilla hasta el siglo XVII
y Cádiz en el XVIII. Los metales preciosos fueron, pues, la mercancía que vinculó al
Nuevo Mundo con la economía mundial. La agricultura fue un asunto secundario, se
promovió ante todo como sustento de la población colonialy se organizó la producción
para abastecer a los reales de minas.
Otros países europeos buscaron hacerse también a los metales americanos y ante el
predominio español respondieron con el asalto y la piratería. El mar Caribe fue en los
siglos XVI y XVII teatro de guerras y despojos por los enemigos de España. Holanda,
Inglaterra y Francia no cesaron de atacar a las ciudades españolas y a las flotasy galeones
de la Carrera de Indias. A mediados del XVII la táctica cambió, las coronas europeas se
lanzaron a la conquista territorial en América del Norte y en el mar de las Antillas, en
algunas islas reclamadas pero escasamente ocupadas por España. Allí establecieron bases
para ejercer el tráfico legal o ilegal de productos. El Caribe se convirtió en centro dinámico
del comercio internacional.El tratado de Utrecht en 1713 puso fin a la guerra por la
sucesión al trono de España, cuya dinastía reinante se había extinguido por falta de
heredero, legalizó las posesiones ocupadas por Inglaterra y Francia y confirmó las
holandesas. El imperio continental quedó intacto y los nuevos reyes de la casa francesa de
Borbón modernizaron el vetusto aparato de los Austrias, pero mantuvieron elmonopolio
comercial. En las islas conquistadas, donde no había yacimientos de metales, los nuevos
colonos se dedicaron al cultivo de caña dulce en extensas plantaciones esclavistas. La

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producción de azúcar fue un negocio sumamente lucrativo que rindió cuantiosas ganancias
a los capitalistas europeos. Las colonias inglesas de Jamaica, Barbados, Nevis, Antigua y
Montserrat se conocieron como las“Islas del azúcar”, y la francesa de Haití llegó a ser la
mayor productora mundial en la segunda mitad del siglo XVIII, cuando las plantaciones
brasileras decayeron. También se cultivó caña en las islas de Santo Tomás (Saint Thomas)
y Santa Cruz (Saint Croix), adquiridas por la corona danesa.
En todos los dominios españoles del trópico, hubo cultivos de caña desde el siglo
XVI y se produjo azúcar,...