articulo
Al principio el color que predomina es el naranja. Es naranja debido a la presencia de rasgos amarillos y rojos. Estamos enfrente del castillo. Como el tono del material utilizado enla construcción, la propia tierra de la colina, no es uniforme, se produce una gama variada de naranjas y marrones.
Nos vamos más allá, al palacio. Y aquí cambian los colores. El naranja seconvierte en el dorado, que ahora rellena todo el interior. Nos deslumbra la riqueza de esa cámara. Mirando hacia arriba percibimos unos rayos del sol que se rompen en el oro de la pared provocando unosbrillos incesantes. En cambio, abajo destacamos un mosaico de los colores pintados en las cerámicas. El azul, el verde, el rojo y el naranja. Sus tonos, compenetrándose, nos hacen pensar de la gran culturaque ha construido esa maravilla. Nos quedamos realmente impactados.
Dejamos ya esa parte tan impresionante y nos trasladamos al sótano que representa el otro mundo. Olvidamos las decoracionesanteriores. No encontramos aquí ni riqueza ni magnitud. La oscuridad es lo único que nos da la bienvenida. Sin embargo también aquí llegan los trozos de la luz. Ya tranquilos, podemos concentrarnos en eljuego de las luces. En este misterioso espacio vemos como corren la sombra y la luz.
Ahora es el tiempo para cambiar de nuevo el escenario. Abandonamos las ruinas y nos dedicamos a apreciar lasiguiente composición de los colores. Esta vez es el verde el gran representante. Estamos en el patio. Delante de nosotros se despliega la plena gama de los colores verdes: el verde llamativo, el verdeesmeralda, el verdeazulado, la verde calma. Toda la taza de la fuente, en el centro de la plaza, está llena del agua que refleja el verde de los árboles del alrededor.
Paseando por el jardínvislumbramos cada vez más acentos de los otros colores. Primero vimos un rosal que rodea la antigua puerta del edificio al lado. Son sus flores que nos llaman la atención. El tono carmín tirando a fucsia...
Regístrate para leer el documento completo.