articulos de opinion

¿Y qué sigue?
Ojalá el presidente electo se comprometa a cambiar esa desazón colectiva y nos diga qué sigue.
Paula Moreno1:14 a.m. | 25 de mayo de 2014
En el cambio de gobierno surge la esperanzade que exista una lectura renovada del país para abordarlo desde su naturaleza dinámica y compleja, sin desconocer lo que se ha construido (sea quien sea quien lo haya hecho), y se sumen y serenueven los esfuerzos. Ojalá no se pierda tanto tiempo en criticar lo pasado como en corregir y forjar los hechos que se requiere generar desde el primer día de un nuevo periodo de gobierno, y lograr asíresultados visibles al final de los próximos cuatro años.
Las encuestas repiten algo preocupante: el 70 por ciento de los encuestados expresa que el país va por mal camino. Esto transmite lainsatisfacción que la mayoría de colombianos experimenta en la cotidianidad, que no responde a ejemplares cifras estadísticas, sino a las falencias de operación de un sistema de gobierno desarticulado a nivelterritorial y nacional, que requiere ajustes de fondo para generar un ejercicio práctico de bienestar para todos.
Me ubico en tres lugares para mirar esa experiencia. Arranquemos por Bogotá. Todos losdías contabilizo 20 huecos para llegar de mi casa a la oficina. Algún día me sorprendo cuando encuentro dos huecos que alguien tapó con ladrillos, piedras u otra cosa. Es triste que la equidad enBogotá se mida por el descuido. Si no es la falta de recursos, entonces falla la capacidad de gestión o de control y nada cambia, sin entrar a TransMilenio o lo inmoral del sistema de salud, entre otros.De nuestra capital me voy al principal puerto del país, Buenaventura, que debería ser el símbolo de nuestro crecimiento económico, pero más bien es el de nuestro modelo extractivo, que esindiferente ante la pobreza. Me demoro 6 horas para llegar de Cali a Buenaventura en un trayecto de 100 kilómetros por esa nueva carretera, anunciada hace tantos años y que nunca se termina. Dos palabras se...