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Periodista y escritor
Historieta de Amades sobre el fumar
ENVÍA UNA CARTA DEL LECTOR
MARTES, 1 DE ABRIL DEL 2014
No sé si ya lo he comentado alguna vez, pero a lo largo del año siempre encuentro a alguien que me pregunta: «¿Aún fumas con pipa?». Ese «aún» me suena un poco impertinente, sobre todo porque suena a un «¿aún no has pedido perdón por tus pecados?» con unpunto de severidad.
Lo diré una sola vez y luego punto y aparte, para que quede muy claro. Yo soy partidario de que los jóvenes no empiecen a fumar. Un determinado porcentaje de fumadores sufren las consecuencias. Mi consejo, pues, es no empezar. Pero resulta que algunos fumadores, como algunos consumidores intensivos de dulces, hemos llegado a una edad -mis 87 años- sin graves contratiempos. Ya losé, es una suerte, otros imprudentes lo han pagado. Dios nos coja bien fumados.
Digo esto porque he reencontrado una historieta inocente que recoge el folclorista Amades. Dice así: «A los 15 años hace gracia fumar porque uno fuma a escondidas de los de casa y cree que eso hace hombre. A los 20 se fuma para hacerse el guapo ante una chica. A los 30 se siente más gusto por fumar, pero como el humomolesta a la mujer no se fuma porque se prefiere su afecto al de la pipa. A los 40 tanto dan la pipa como la mujer. A los 50, cuando se acerca la mujer se enciende la pipa para que se aleje. Y a los 70 ya ni se recuerda que se haya tenido una mujer si se tiene la pipa en la boca».
Al margen de que la pérdida de la memoria suele presentarse con frecuencia en la vejez, podría citar algunos famososescritores y pensadores que, pese a fumar, han conservado una estimable lucidez a lo largo de muchos años. Naturalmente, decidir dedicarse a un trabajo intelectual fumando para comprobar si se llega a viejo sería una tontería. Un riesgo absurdo. De todos modos, parece que hay unos estímulos que ayudan a hacer trabajar el cerebro, y eso dicen que a cierta edad es positivo. Y como, en principio,fumar es arriesgado, tal vez un día, prudentemente, nos lo recomendarán solo a partir de los 80 años.
La inocencia de la infancia
25 de mayo de 2014
Siempre nos han dicho que la infancia es inocencia, bondad, nobleza, dulzura. Pero son niños los que torturaron salvajemente a un perro en Colima y lo subieron satisfechos al YouTube. Niños los que insultaron, golpearon y le orinaron encima auna niña indígena en una escuela de la Ciudad de México. Niños los que asesinaron a un compañero aventándolo contra la pared en Tamaulipas. Pobrecitos, son niños, no saben lo que hacen, nos dicen, son “incapaces para discernir entre lo bueno y lo malo y para no hacer lo malo jamás” afirma un escritor. Pero uno se pregunta: ¿dónde aprende un niño a torturar a un perro, a despreciar a un indígena, amatar? Porque nadie nace con ese “conocimiento”.Constancio C. Vigil escribe: “Madrecita: míralo, él no hace nada que no aprenda de ti, de tu marido o de otras personas. Obsérvalo. Él copia lo malo y lo bueno. Si es violento ¿de quién imita la violencia? Si miente ¿a quién oyó mentir?” En otro texto dice: “Vosotras madres, decís: ¡Los hombres hacen esto! ¡Los hombres se han vuelto fieras! ¿Y quiénesson los hombres? Son esa cosa diminuta que engorda y sonríe a la sombra de vuestro seno. De vosotras salieron; vosotras los cargásteis mientras no pudieron caminar; vosotras los trajisteis de la mano. Ahora os sentís extrañas a ellos, os asustaís de sus crímenes y exclamáis: ¡Los hombres! ¡Los hombres!”.El músico y periodista mexicano Román Revueltas Retes piensa igual: “Es hora de preguntarnosde dónde diablos han salido tantos y tantos individuos canallas, tantos hijos de puta, tantos asesinos sanguinarios, tantos corruptos, tanta gente infame y tanto sujeto envilecido. Alguien los tuvo que educar a los malnacidos que asolan nuestras comarcas.”. Y concluye: “Las madres deberían ser sujetos de rendición de cuentas en vez de objeto de idolatrías acríticas (pues) los delincuentes no...
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