ASAMBLEA ARQUIDIOCESANA 2015
“El camino de la luz”
Breve meditación sobre uno de los relatos de la conversión de San Pablo.
Hechos 22, 6-16.
Escuchemos primero, como lectura meditada, el relato dellibro de los Hechos de los Apóstoles:
Iba, pues, camino de Damasco, y cuando estaba ya cerca de la ciudad, hacia el mediodía, de repente, brilló a mi alrededor una luz cegadora venida del cielo. Caíal suelo, y oí una voz que me decía: «Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?». Yo respondí: « ¿Quién eres, Señor?». Y me dijo: « ¡Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues!».
Los que venían conmigovieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. Yo dije: « ¿Qué debo hacer, Señor?». Y el Señor me dijo: «Levántate y vete a Damasco; allí te dirán lo que debes hacer». Como noveía nada, debido al resplandor de aquella luz, entré en Damasco de la mano de mis compañeros. Un cierto Ananías, hombre piadoso según la ley y muy estimado por todos los judíos que allí vivían, vino averme y me dijo: «Hermano Saúl, recobra la vista».
Y en aquél mismo instante recobré la vista y vi a Ananías. Él añadió: «El Dios de nuestros antepasados te ha elegido para que conozcas su voluntad,para que veas al Justo y oigas su voz. Porque serás testigo suyo ante todos los hombres de lo que has visto y oído. No pierdas tiempo, ahora; levántate, recibe el bautismo y purifícate de tus pecadosinvocando su nombre».
Hasta aquí el pasaje del texto sagrado. Ahora, destaco cuatro puntos.
“Camino de Damasco… brilló a mi alrededor una luz cegadora que venía del cielo.”
Saúl, creía ver, pero enrealidad estaba ciego pues percibía la vida, las cosas y los demás desde una sola perspectiva, la suya. La idea de Dios, de la religión, de las personas, de los demás, estaba lejos de la realidad.“No veía nada, debido al resplandor de aquella luz, entré en Damasco de la mano de mis compañeros.”
Saúl, no veía nada. Pero se deja llevar de la mano, se deja acompañar. Recorre un camino que no...
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