Ascendiendo la montña
Páginas: 3 (725 palabras)
Publicado: 8 de febrero de 2011
ASCENDIENDO LA MONTAÑA
El oriente antioqueño, tierra de sueños y realidades, de rostros que se esfuman en el trajín de un viaje incesante, para luego persistir en la memoria del tiempo; en lascumbres de las frías montañas paisas, los jóvenes renuevan día a día el eco de una tradición comerciante que persiste en el afán de miles de quimeras; todo fluye hacia el vacío; todo renace en lacotidianidad más desprevenida.
Ver llegar el amanecer, mientras se asciende hacia la cima de la montaña, mientras las máquinas vomitan gente devorada poco a poco por la industria del absurdo, entre elsueño y la vigilia; esperando el momento de desembarcar en el bullicio, la alegría y la fuerza arrasadora de tantos cuerpos expectantes, de adolescentes incautos, es una sensación de renovada sorpresa,que ni acaso la rutina, pueda sesgar con su monotonía.
El paisaje, repetido; las situaciones, nuevas; el espectáculo, siempre el mismo; la intención… el cambio consciente de una sociedad devorada así misma por una tradición sin memoria, que hace eco de una realidad sin esperanza, donde el móvil es siempre la conservación de un sistema moral, que se resiste a la equidad, la libertad, la pluralidady la justicia social.
El contexto de nuestros pueblos antioqueños, es como un cuadro inacabado, en el cual sería necesario dar siempre una nueva pincelada para una multicolor forma. Los muchachosdesesperan de la academia, siempre esperando se llegue el momento de trabajar en alguna empresa, o de un golpe de suerte que no lo derribe, para ascender hacia no se sabe dónde, y alcanzar el sueño,cuyo despertar no siempre es acogedor; las sonrisas fluyen en sus frescos rostros, y la mirada – a veces desafiante, a veces cómplice – es un aliciente para llegar cada día hasta las aulas y recrearseen su multiforme expresión.
La energía juvenil, renovada en la mañana, se desboca en el correteo y los silbidos, un pie que salta hacia un trasero y un abrazo de compañerismo que se repite en...
El oriente antioqueño, tierra de sueños y realidades, de rostros que se esfuman en el trajín de un viaje incesante, para luego persistir en la memoria del tiempo; en lascumbres de las frías montañas paisas, los jóvenes renuevan día a día el eco de una tradición comerciante que persiste en el afán de miles de quimeras; todo fluye hacia el vacío; todo renace en lacotidianidad más desprevenida.
Ver llegar el amanecer, mientras se asciende hacia la cima de la montaña, mientras las máquinas vomitan gente devorada poco a poco por la industria del absurdo, entre elsueño y la vigilia; esperando el momento de desembarcar en el bullicio, la alegría y la fuerza arrasadora de tantos cuerpos expectantes, de adolescentes incautos, es una sensación de renovada sorpresa,que ni acaso la rutina, pueda sesgar con su monotonía.
El paisaje, repetido; las situaciones, nuevas; el espectáculo, siempre el mismo; la intención… el cambio consciente de una sociedad devorada así misma por una tradición sin memoria, que hace eco de una realidad sin esperanza, donde el móvil es siempre la conservación de un sistema moral, que se resiste a la equidad, la libertad, la pluralidady la justicia social.
El contexto de nuestros pueblos antioqueños, es como un cuadro inacabado, en el cual sería necesario dar siempre una nueva pincelada para una multicolor forma. Los muchachosdesesperan de la academia, siempre esperando se llegue el momento de trabajar en alguna empresa, o de un golpe de suerte que no lo derribe, para ascender hacia no se sabe dónde, y alcanzar el sueño,cuyo despertar no siempre es acogedor; las sonrisas fluyen en sus frescos rostros, y la mirada – a veces desafiante, a veces cómplice – es un aliciente para llegar cada día hasta las aulas y recrearseen su multiforme expresión.
La energía juvenil, renovada en la mañana, se desboca en el correteo y los silbidos, un pie que salta hacia un trasero y un abrazo de compañerismo que se repite en...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.