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Los loris perezosos son trepadores lentos y cautos. Usualmente se sujetan a las ramas con tres de sus cuatro extremidades.84 Al desplazarse de un árbol a otro agarran cuidadosamente las ramas finales del árbol aledaño y toman impulso para cruzar la brecha entre las dos ramas.5 Para cazar, se cuelgan por sus patas traseras y semantienen en posición vertical, para después lanzarse hacia adelante y atrapar a su presa con las manos.84 Debido a su lentitud, todos los loris, incluidos los loris perezosos, poseen un mecanismo de defensa especial contra depredadores: se mueven muy despacio sin producir ningún ruido y sin alterar la vegetación cercana. Cuando son molestados, se detienen completamente y permanecen inmóviles.85 EnIndonesia se los conoce como malu malu o «tímidos», ya que cuando son descubiertos permanecen quietos y se cubren la cara con las manos.86 Si se encuentran acorralados, adoptan una postura defensiva encogiéndose y lanzándose contra el depredador.85 Su nombre en achenés, buah angin —«mono de viento»—, se debe a su capacidad para escapar raudamente con sigilo.87 Se conoce poco sobre los depredadores delos loris perezosos; entre ellos se cuentan las águilas-azor variable (Nisaetus cirrhatus)88 y los orangutanes de Sumatra (Pongo abelii).89 Los gatos (Felis catus), las civetas (Viverridae), los manturones (Arctictis binturong) y los osos malayos (Ursus malayanus) son depredadores potenciales.90
Los loris perezosos producen una secreción en sus glándulas braquiales, ubicadas en la parte interna deambos antebrazos, que mezclan con su saliva al lamerse. En varios experimentos, tres depredadores distintos —manturones, panteras nebulosas (Neofelis nebulosa) y osos malayos— retrocedieron o mostraron signos de desagrado al confrontarlos a hisopos de algodón untados con una mezcla de la secreción tóxica y saliva, mientras que la secreción por separado generó solamente un leve interés. Antes deesconder a sus crías en un lugar seguro, las hembras se lamen las glándulas braquiales y acicalan a los pequeños con su peine dental, depositando la toxina en su piel. Al sentirse amenazados, los loris perezosos a veces se lamen las glándulas y muerden a los agresores, inoculando así la toxina en las heridas resultantes; además son reacios a soltar a la víctima, lo que aumenta el traspaso de latoxina.
N. bengalensis en cautiverio.
La secuencia proteica de la toxina es muy similar a la del alérgeno del gato, por lo que es posible que sus efectos nocivos sean enteramente causados por una reacción anafiláctica y no intoxicación.91 92 De hecho, el único caso registrado en la literatura científica sobre una muerte producida tras la mordedura de un loris se debió a un choque anafiláctico...
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