asdadasdad
Las Reglas de Urbanidad tuvieron su inicio cuando el hombre comenzó a mezclarse socialmente, entonces estableció formas, reglas, conceptos y modalesde respeto al prójimo y de la forma más elegante y apropiada de relacionarse con las demás personas. Todas estas reglas fueron mejorando y cambiando de acuerdo a las épocas y a la evolución delhombre...
Respetar al otro como un otro: su carácter, su amor propio, sus opiniones, inclinaciones, caprichos, costumbres, etc., aunque las consideremos defectos. El respeto da un paso más que latolerancia.
Escuchar, más que hablar: descubrir quién es el otro, qué quiere, qué piensa. No dirigirse a él como si fuera una proyección de nosotros. Hablar sin descanso es una descortesía hacia los demás, yademás revela cierto egoísmo.
Comprender, antes que juzgar: no odiar al otro ni hablar mal de él ante otros por lo que creemos que son sus defectos. Siempre es mejor preguntarse: ¿qué hace que lapersona que nos molesta actúe de la forma en qué lo hace? Así, será más fácil que comprendamos y más difícil que odiemos.
Pensar antes de actuar o de hablar: elegir siempre la mejor oportunidad, no serimprudente. Evitar palabras molestas, observaciones poco delicadas, descorteses o demasiado personales.
Ser discreto: no hacer preguntas que nos hagan parecer excesivamente curiosos, ni divulgar lossecretos que otros nos han confiado. De lo contrario, nos ganaremos que nadie confíe en nosotros.
Adecuar el discurso a los conocimientos del otro: evitar hacer comentarios sobre historia, ciencia,cultura o arte cuando no se conoce el grado de conocimiento de las personas que escuchan.
Adecuar el discurso a la situación del otro: percibir cuál es su estado anímico y, según eso, decir lo que seaapropiado.
Tratar a los demás como nos gustaría ser tratados.
En cuanto a nuestra educación como padres, es lógica que para que las personas cumplan con su misión por completo, deben ser educadas...
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