asdasd
Con todos los respetos que a buen seguro merece la obra del novelista argentino (debo advertir que de ella sólo conozco el libro que acabo de citar, por lo que mis opiniones tienen una validez muydiscutible), creo que ése es justamente el caso de la novela de Eduardo Sacheri, cuyo valor literario me parece más bien escaso, pero cuya adaptación cinematográfica –y hay que recordar que el guión es obra conjunta del novelista y del director del largometraje, Juan José Campanella- tiene un mérito indiscutible. Reconozco que en esta valoración puede haber influido el hecho de que hubiera visto lapelícula antes de leer la novela, pues la configuración imaginativa que todo receptor se construye para sí mismo a partir de un texto de ficción –y en ello poco importa que sea literario o cinematográfico- está especialmente determinada por la forma inicial en que dicho texto se presenta.
En cualquier caso, y sin ánimo de agotar el análisis comparativo del texto novelístico y elcinematográfico, me gustaría apuntar algunos de los aspectos que a mi modo de ver mejor explican la “superioridad” de la película sobre la obra literaria, si es que cabe expresar dicha relación en tales términos:
La versión cinematográfica ha subrayado aquellos elementos que más pueden influir sobre su recepción emotiva por parte del espectador. El más significativo de estos cambios es el que tiene que ver conel destino final del personaje del asesino Isidoro Gómez, cuya representación fílmica es de gran impacto. Otro cambio argumental muy llamativo tiene que ver con la suerte que corre el personaje de Pablo Sandoval, compañero y amigo del protagonista; como no quiero dar pistas a los interesados que todavía no hayan visto la película ni leído el libro sólo diré que la versión fílmica resulta muchomás trágica que la de la novela. Esta intensificación de la emotividad puede observarse en otras secuencias exclusivas del largometraje (por ejemplo la humillante discusión del protagonista con Romano, cuando éste le amenaza para que no se entrometa en el asunto de la excarcelación de Gómez, o el acto de arrogancia y matonismo que protagoniza el sicario en el ascensor), mediante las cuales se crea unclima de expectación que en la novela apenas existe.
Dos de los personajes secundarios más interesantes del libro –el ya mencionado Pablo Sandoval y la jueza Irene Menéndez Hastings- lo son todavía más en la película, porque el guión ha sabido dotarlos de aspectos que no aparecen en el texto narrativo, y que sin embargo sirven para que el espectador los sienta más cercanos y accesibles. En elcaso de Sandoval, el humor y la ironía; en el caso de Irene, una expresividad y cercanía que en la novela apenas quedan sugeridas, o que resultan casi siempre demasiado remotas e inalcanzables. No obstante, hay una secuencia, la del interrogatorio de Gómez por parte del tándem Benjamín-Irene (y que en la novela llevan a cabo el protagonista y Sandoval, en uno de los mejores y más ingeniososepisodios del libro) que en película me sigue pareciendo poco verosímil.
La relación alternante entre las dos líneas temporales de la historia es más nítida en la película que en la novela, donde llega a ser confusa, a causa de una posición del narrador que, al menos para mí, resulta por momentos algo desconcertante. Además, la puesta en escena cinematográfica ha sabido utilizar muy hábilmente...
Regístrate para leer el documento completo.