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Era una tarde muy calurosa; Borges invitó un par de conocidos al "Parque Centenario" para entrenar y jugar al fútbol.
Todo transcurría con normalidad,empezaba a hacerse de noche. Él incita a sus amigos a realizar unas vueltas en el circuito que rodea el parque, éstos aceptan sin dudar.
Luego de media hora de trote ya eran las22:30; un poco cansado y transpirado a más no poder completaba la décimo segunda vuelta.
—Vamos a los baños a tomar agua— dice a sus compañeros, y uno de ellos lo acompaña.
— ¿Le tenésmiedo a la oscuridad? — le pregunta a su amigo al ver su reacción, luego de percatarse de que todas las luces del camino hacia el baño estaban apagadas;
—No, nada que ver, jaja. —responde dubitativo. Llegan a los baños y cada uno a lo suyo, terminan de hacer sus necesidades, se higienizan y empiezan a caminar nuevamente hacia el circuito. De repente, un gritoinunda la calma erizando a su vez la piel de su amigo. —Corré, vamos a ver qué pasó— dice Borges sacando al mismo tiempo su celular para iluminar el camino. Tras alcanzar el circuito,logran ver a una persona corriendo con un bolso en la mano, la situación era más que obvia.
—¡Vamos a perseguirlo! — dice con valor, o quizá locura, nadie sabe. Mientras dos de susamigos y él corren detrás del tipo, le grita a los que estaban en la entrada del parque para que lo ayuden a bloquearlo. Finalmente lo alcanzan y lo reducen quitándole el bolso yllamando a la policía.
La chica, que momentos atrás gritó desesperada irrumpe en la escena, agradeciendo a Borges y los que le acompañaban.
La policía llega al lugar y tras un par depreguntas los deja ir, no obstante, meten al ladrón en el vehículo y se lo llevan.
—Zarpado, ¿no? — dice luego de vivir un día que posiblemente recuerde por el resto de su vida.
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