asdasdasd
HEMÓN:
No hay ciudad que pertenezca a un solo hombre.
CREONTE:
Pero ¿no se dice que una ciudad es legítimamente del que manda?)19(
SÓFOCLES ANTÍGONA
© Pehuén Editores, 2001.
HEMÓN:
Unicamente en un desierto tendrías derecho a gobernar solo.
CREONTE:
Está bien claro que te has convertido en el aliado de una mujer.
HEMÓN:
Sí, si tú eres una mujer;pues es por tu persona por quien me
preocupo.
CREONTE:
¡Y lo haces, miserable, acusando a tu padre!
HEMÓN:
Porque te veo, en efecto, violar la Justicia.
CREONTE:
¿Es violarla hacer que se respete mi autoridad?
HEMÓN:
Empiezas por no respetarla tú mismo hollando los honores
debidos a los dioses.
CREONTE:
¡Oh, ser impuro, esclavizado por una mujer!
HEMÓN:
Nunca me verás ceder a deseosvergonzosos.
CREONTE:
En todo caso, no hablas más que en favor de ella.
HEMÓN:
Hablo por ti, por mí y por los dioses infernales.
CREONTE:
Jamás te casarás con esa mujer en vida.
HEMÓN:
Ella morirá, pues; pero su muerte acarreará la de otro.
CREONTE:
¿Llega tu audacia hasta amenazarme?
HEMÓN:
¿Es amenazarte refutar tus poco sensatas decisiones?
CREONTE:
Insensato; vas a pagar conlágrimas estas tus lecciones de cordura.
HEMÓN:
¿Es que quieres hablar tú solo, sin escuchar nunca a nadie?
CREONTE:
¡Vil esclavo de una mujer, cesa ya de aturdirme con tu charla!
HEMÓN:
Si no fueras mi padre, diría que desvarías.
CREONTE:
¿De veras? Pues bien, por el Olimpo, has de saber que no tendrás
motivo para regocijarte por haberme dirigido reproches
ultrajantes. (Dirigiéndose a losguardianes.) ¡Qué traigan aquí a esa
mujer odiosa! ¡Que muera al instante en presencia de su prometido!)20(
SÓFOCLES ANTÍGONA
© Pehuén Editores, 2001.
HEMÓN:
No; de ninguna manera en mi presencia morirá. Y, en cuanto a ti,
te digo que tampoco tendrás ya jamás mi cara ante tus ojos. Te
dejo desahogar tu locura con aquellos amigos tuyos que a ello se
presten.
(HEMÓN se va.)
CORIFEO:
Rey, esehombre se ha ido despechado y encolerizado. Para un
corazón de esa edad, la desesperación es terrible.
CREONTE:
Que se marche y que presuma de ser todo un hombre. Jamás
arrancará a esas dos muchachas de la muerte.
CORIFEO:
¿Has decidido, pues, matarlas a las dos?
CREONTE:
Perdonaré a la que no tocó al muerto; tienes razón.
CORIFEO:
Y ¿de qué muerte quieres que perezca la otra?
CREONTE:La llevaré por un sendero estrecho y abandonado y la encerraré
viva en caverna de una roca, sin más alimento que el mínimo
necesario, que evite el sacrilegio y preserve de esa mancha a la
ciudad entera. Allí, implorando a Hades, el único dios al que ella
adora, obtendrá quizás de él escapar a la muerte, o, cuando menos,
aprenderá que rendir culto a los muertos es una cosa superflua.(CREONTE se va.)
CORO:
Eros, invencible Eros, tú que te abates sobre los seres de quien te
apoderas y que durante la noche te posas sobre las tiernas mejillas
de las doncellas; tú, que vagabundeas por la extensión de los mares
y frecuentas los cubiles en que las fieras se guarecen, nadie entre
los Inmortales puede escapar de ti, nadie entre los hombres de
efímera existencia sabría evitarte; túhaces perder la razón al que
posees.
«Hasta los corazones de los mismos justos los haces injustos y los
llevas a la ruina. Por ti acaba de estallar este conflicto entre seres
de la misma sangre. Triunfa radiante el atractivo que provocan
los ojos de una doncella, cuyo lecho es deseable, y tu fuerza equivale
al poder que mantiene las eternas leyes del mundo. Pues Afrodita,
diosa irresistible,se burla de nosotros.
(Aparece ANTÍGONA conducida por dos centinelas y con las manos
atadas.)
CORIFEO:
Y yo también ahora, al ver lo que estoy viendo, me siento inclinado
a desobedecer las leyes y no puedo retener el raudal de mis lágrimas
contemplando cómo Antígona avanza hacia el lecho, el lecho
nupcial en que duerme la vida de todos los humanos.
(Entra ANTÍGONA.)
ANTÍGONA (Saliendo...
Regístrate para leer el documento completo.