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Dos en la ciudad
1 – El Reencuentro

Hace tanto tiempo que emprendí un viaje hacia mi interior que muchas personas dejaron de verme o simplemente no quisieron buscarme. Desde que me egresé de la secundaria estoy buscando mi verdadero yo, y recién ahora, luego de más de 8 años, pude encontrarme. Mi lucha intensa y la guerra contra mi propio yo, ese que me impedía seguir adelante, que teníamis anhelos, mis gustos, mis ilusiones, mis tristezas, mi todo, que no era yo realmente, y paradójicamente, dominaba sobre mi cuerpo. Pero, no soy nada más que un pibe en un mundo nuevo, ya las cosas están claras por un tiempo, o eso creo. Anda a saber, nunca se sabe lo que hay en la vuelta de la esquina. Ponerme nostálgico en estos momentos donde más concentrado tengo que estar es algo que no vacomo una buena combinación. Pero, siempre volver a la ciudad me traía ese recuerdo y podía aspirar esa esencia que tanto me construyó. En definitiva, Buenos Aires es mi hogar, y aunque ya me haya ido hace tanto tiempo, volví para quedarme. Mi camino fue desviado pero no apartado. Yo soy parte de acá, mi casa. Dónde está mi familia, mis amigos, mi único amor. Esa palabra… La escucho tantas veces enmi cabeza y en mi corazón que ya no sé si será real o un simple invento de mi mente. Tal vez lo único que hago es decir locura tras locura, pero bueno, prefiero serlo antes de intentar ser cuerdo en un mundo que locos. Hay que marcar la diferencia, o eso dicen. ¿Existirá el diferente? Yo creo que sí, pero es un trayecto y una forma de vida que solo se sabe si lo lograste al final de tus días.
Loque me di cuenta en la búsqueda de mí mismo, es que la única forma de incomodar a esa contraparte tuya, es preguntarle cosas que el sabe, pero no puede responder. Por eso, desde entonces, la filosofía es algo que es parte de mi vida. Es como que es necesario para vivir y subsistir en una vida con tantas preguntas sin respuestas. ¿Qué estoy diciendo? Todo tiene respuesta, solo que nosotros no loqueremos ver. Pero cuando decidís escuchar lo que el mundo tiene para decirte, ves que las cosas son muy diferentes como inocentemente pensabas, y empezas a entender las cosas de otra manera. Normalmente, esto se lo llama madures, pero me gusta ponerle un título más original o simplemente dejarlo sin nombre.
Me encanta divagar, es algo que hago siempre y más cuando estoy en mis tiempos libres.Puedo hacerlo en cualquier lado, es algo que aprendí en mis viajes. Sin embargo, por primera vez me estoy dando cuenta de algo que no quiero ver, como hacía hace muchos años. Mi vida se estaba volviendo aburrida, monótona, rutinaria, el adjetivo que quieras decirle para que siempre se repite lo mismo. ¿Qué es lo que estoy buscando? Eso también es una pregunta y una indagación que hace mi mente y micorazón. Siento como un vacío que no puedo controlar de ninguna manera, como si me controlara a mí.
Caminando por Córdoba, saliendo del IUNA, decidí adentrarme entre la multitud que camina todas las tardes en los horarios libres entre el mediodía y la tarde. El almuerzo, o ese ratito que hay que tienen casi todos los trabajadores. Lleno de pibes que entran y salen de la facultad, y mucha gentecaminando yendo a sus trabajos o sus respectivos hogares. Como siempre, con mi guitarra en la espalda, una mochila, mi sombrero color negro dándole un toque más setentoso a mi vestimenta. Una camisa color blanco que acompaña en conjunto con unos jeans de color negro que denotaban mi estilo que tanto había sobresalido en el final de la secundaria y en el inicio de mi carrera de músicosemi-profesional (Aclaro lo de semi-profesional porque no gano mucha plata, por eso me dedico a otra cosa jajaja). Siempre tuve como ídolos a los Blues Brothers en el estilo de vestimenta, me encanta.
Mirar a toda esa gente, caminando rápido, pensando en ella sola, la hace no darse cuenta de lo que están al lado. Tal vez, el que está en frente, necesita un abrazo, unas palabras de aliento, pero, ¿Qué...