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ufeffEra una noche de mediados de febrero en que las cosas se comenzaron a poner bravas, en que pasó de haber un cielo completamente estrellado e iluminado con su gigantesca luna llena a unacobertura de nubes espesa que, muy pronto para ser real, empezó a tronar. Al cabo de unos minutos también caían gotas, pero no gotitas, gotas de un importante diámetro. Fue entonces cuando salí a ver elespectáculo de luces y sonidos que la naturaleza me regalaba, llenándome de emoción absurda al escuchar los truenos después de haber visto un rayo o relámpago sobre mi cabeza. Tenía planeado dormirtemprano, pero la noche es como si me llamara, y más aún cuando el clima se comporta de forma tenebrosa, empiezo a imaginar si estuviera en una película de terror, escucho el viento y observo el efecto quetrae en la copa de los árboles, todos arqueados en una dirección dependiendo de a dónde se dirija éste en el momento.
Me provoca escalofríos mi propia imaginación, tal vez me comienzo a asustar unpoco, pero el miedo en proporciones de este tipo me resulta muy saludable, me recuerda que estoy viva sintiendo una especie de presión desde adentro en el pecho, más o menos donde se halla el corazón.Estas condiciones avivan mi fuerza vital, me instan a avanzar hacia el "peligro", imaginando cosas sabiendo que podría simplemente no hacerlo, pero me dirijo hacia allí igual, porque éste peligro meinspira, me alienta, y me hace seguir luchando por lo que anhelo.
Y ahí estaba yo, pensando en alguien del pasado, con mis emociones completamente vivas gracias a la gran tormenta que tenía encima,recordando a él, a quien según mis planes de hace casi dos años, debería haber olvidado. No quiero jugar a ser Dios, ni creo demasiado en él, pero tal vez si algo en el destino, capas que es unacursilería más y estoy cayendo en ella... esto lo digo porque no le encuentro explicación lógica al hecho de que yo por más que no piense en él por mucho tiempo, cuando lo recuerdo simplemente, vuelve...