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Cuando salí de la sala después de ver El discurso del rey, estaba segura del sentimiento que me había provocado, me gustó bastante, Colin Firth me ganó, Tom Hooper lo hizo bien. Después de ver LesMisérables no me quedó duda de una sola cosa: Tom Hooper se malcrió. No lo culpo, después de ganar un Oscar por Mejor Película y Mejor Dirección, es obvio que uno se queda con ganas de más. Ahí está lacolumna vertebral de Les Misérables, una película muy bien hecha, visualmente impecable, diseñada para ganar nominaciones y premios.

La película está basada, primero, en la novela de Victor Hugo,segundo, en el exitoso musical homónimo. Se centra en la historia de Jean Valjean (Hugh Jackman), un hombre que ha estado diecinueve años atado a la esclavitud y el exilio por haberse robado una hogazade pan para su sobrino famélico. Es liberado pero viola los términos de su libertad condicional por lo que el inspector Javert (Russell Crowe) se dedica a cazarlo., reconociéndolo incluso añosdespués, cuando Valjean intenta hacer una nueva vida con el apellido Madeleine, siendo dueño de una fábrica próspera y alcalde del pueblo.

Es mediante esa fábrica que su vida se une con la de Fantine(Anne Hathaway), una ex trabajadora que tras perder su empleo tiene que vender su cabello, sus dientes y convertirse en prostituta para mantener a su hija Cosette, quien ha quedado a cargo de losThénardier, un par de posaderos que no la tratan precisamente bien. Valjean le hará a Fantine la promesa de encargarse de su hija en medio de una agitada situación social, mientras los jóvenes intentanlevantarse ante la monarquía opresora entre sueños y barricadas, y Javert mantiene la solemne promesa de capturar a Valjean para verlo encarcelado de nuevo.

El contexto es bastante amplio, los nudos de latrama son varios aunque todo regrese a Valjean, así que no es de extrañar que la película sea muy larga al punto de que por momentos se vuelve cansada. Los grandes aciertos de Hooper están en la...