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El animal sobre la piedra

“Mi casa fue el territorio de un suceso extraordinario. Después de la muerte de mi madre un gato de color gris entró a mi cuarto y orinó bajo mi cama.” Con esta imagen seinicia El animal sobre la piedra , la primera novela de Daniela Tarazona (ciudad de México, 1975) y bosqueja con precisión lo que el libro ofrece: una historia que trasciende los parámetros de lanormalidad, un dolor que motiva la búsqueda de la transformación, un territorio —el cuerpo mismo— que ansía y experimenta el cambio, una animalidad presente en todo momento y la renovación a partir de lamuerte.
Tras el fallecimiento de la madre, Irma busca refugiarse en otro suelo, cambiar de aires. Se va al mar, a la playa, cualquiera. Ahí conoce a un hombre, su compañero —de quien no leeremos elnombre—, y a un oso hormiguero, que parece perro, llamado Lisandro. Los tres van resintiendo las mutaciones de la mujer al convertirse en algo muy similar a un reptil. “Estoy aquí porque tengo el aguay la tierra reunidas. Puedo sumergirme en el mar cuando lo desee y pisar la tierra de vuelta. Necesito la procuración de los dos medios porque ya no sabría vivir de otra manera”, expresa laprotagonista, reafirmando su voluntad de anfibio, de viajera entre realidad y ensueño.
Irma no sólo se aleja de su ciudad y de su hermana sino que en su tránsito inicia una vuelta al origen más salvaje —inclusocuando ama debe contenerse a fin de no dañar a su compañero—, Darwin en sentido inverso. Al hacerlo, en ella no hay horror ni vergüenza, sino aceptación y deseo de que así ocurra: una metamorfosis almargen de la de Kafka, pero también distinta al plano mágico y a cualquier tentación alienígena. Esta humanidad transmutada, lejana a la maldición, hace que en donde otros pueden hallar una condena—un cuerpo perteneciente a una especie ajena, aciaga escafandra— en esta obra resulte ser lo contrario: una liberación aun cuando no esté exenta de ser juzgada como delirio o enfermedad.
Es difícil...