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¿Poesía? ¿Escribir poesía? ¿Con qué fin? ¿Acaso alguien irá a leerlo? Incluso si se diera el caso, ¿sería acaso ese incógnito lector capaz de apreciarlo como es debido? Jaja, por supuesto que no.Triste, ¿verdad? Pero es cierto, el arte ha sido menospreciado y relevado por el acelerado ritmo de la tecnología. Incluso la innovación más inútil con un elevado nivel de publicidad causa ajetreo,siempre que haya algún idiota dispuesto a comprarlo.
A simples especulaciones, resulta intrincado intentar predecir una sociedad como la nuestra con la ausencia de la cotidiana tecnología. Es mucho máscómodo y fácil con el simple toque mantener una conversación online en lugar de entablar un comprometido diálogo en persona. Las personas se esconden tras una pantalla y no suelen desarrollar suspersonalidades, el contacto de piel ha sido reemplazado por el contacto virtual.
Si no estás al día con la tecnología, prácticamente estás un escalón más abajo en la evolución. Somos pocos los jóvenes quelogramos visualizar esta realidad con ojos críticos; evidentemente, para la mayoría de la sociedad es algo normal e irrelevante.
Sin embargo, ¿qué rumbo tomará el consumismo ahora? Y no me refierosólo a nivel nacional, sino que en todo el mundo. Y más que el consumismo, ¿de qué forma irá a comportarse la humanidad frente a este fenómeno que altera prácticamente la base de su globalizada cultura?Resulta irónico ver que los “grandes líderes”, quienes se creen dueños del universo, se presenten ante un conflicto que no son capaces de manejar, y más irónico, que no puedan resolver bélicamente,como tanto acostumbran a hacer cuando su raciocinio les impide actuar con diplomacia. Quizás esta ola solar no cause directamente una catástrofe mundial ni el fin del mundo, pero es innegable quesignifica un quiebre social. Sin comunicaciones, junto con la incertidumbre con respecto a cuánto vaya a perdurar, suena a ficción el mencionar que los suicidios de los débiles de hayan hecho...