asdhalda

Boleros en La Habana
Luis Mario
Hay muchas maneras de identificar a un buen narrador, pero la que yo prefiero es la más sencilla: es ese que me atrapa. Ese que tira un anzuelo desde la primerapágina y ya no es posible dejar el libro. ¿Por qué*, porque cada párrafo tiene una suficiente carga de interés para saltar sin dolor al siguiente.
Roberto Ampuero, nacido en Valparaíso en 1953, es de esaclase de narradores que subyu­gan. Su imaginación corre pareja con su vo­cabulario ágilmente descriptivo, con rasgos metafóricos y una siempre bien llegada ración de buen humor, hasta en los momentosen que aflora el dramatismo.
Boleros en La Habana es la última novela de Ampuero. El tema es policiaco, pero rodeado de situaciones anexas que describen la vida, sobre todo en Cuba, después de ladolarización. No son invenciones suyas, puesto que vivió en la isla. También vivió anteriormente en las dos Alemanias, lo que debe haberle dado una idea exacta de la diferencia enorme que separa elmundo de la libertad y el de la esclavitud.
Como experto narrador, Ampuero satura su novela de un constante misterio. El final es sor­presivo y responde a muchas interrogaciones previas. Atando cabos, eldetective Cayetano Brulé, héroe de estas páginas, reconstruye una madeja diabólicamente enredada. Pero lo re­aliza en silencio mientras actúa, y el lector pue­de hacer especulaciones que, casiseguramente, son desmentidas ante las conclusiones de la obra.
Otro rasgo que caracteriza el estilo de Am­puero es su inclinación a la frase poética: "Val­paraíso había despertado con una exigua pro­mesade trazos azules en el cielo", "...el beso frío de su guayabera empapada contra su es­palda", "hembra de color tabaco", "el agua caía vacilante, inundando el paisaje de un gris des­lavado y unamonotonía que olía a tragedias individuales..."
Cayetano Brulé es un cubano detective que vive en Valparaíso. No es el apuesto galán de los folletines al uso. Al contrario, es de una gordura chapucera...