Asesinato Cerro Marravilla
El gobernador de Puerto Rico en la época, Carlos Romero Barceló, ordenó al Departamento de Justicia local que iniciara varias investigaciones y solicitó al FBI yal Departamento de Justicia de los Estados Unidos que ayudaran en tales investigaciones, las cuales concluyeron en que no hubo mala conducta de parte de los oficiales; sin embargo, después de que elpartido político opositor local iniciara sus propias investigaciones, nuevas evidencias y testimonios revelaron una gran negligencia y la perpetración de los asesinatos por parte de los oficiales, asícomo la posibilidad de un encubrimiento a nivel local y federal. Consecuentemente, tuvieron lugar juicios locales y un total de diez oficiales fueron convictos de varios crímenes.
En la noche del 25de julio de 1978, Carlos Soto Arriví y Arnaldo Darío Rosado, dos activistas independentistas del Movimiento Revolucionario Armado, junto con un oficial de policía de incógnito, Alejandro GonzálezMalavé, que se hizo pasar como un miembro del grupo, tomaron como rehén al taxista Julio Ortiz Molina y le ordenaron llevarlos en auto hasta el Cerro Maravilla, donde se hallaban varias torres decomunicación. Su plan original consistía en prender fuego y sabotear las torres en protesta por el encarcelamiento de nacionalistas puertorriqueños, convictos por el intento de asesinato del presidente deEstados Unidos Harry S. Truman en 1950 y por el tiroteo en el Capitolio en 1954, donde cinco miembros del Congreso fueron heridos.[1] Los oficiales de la policía estatal fueron alertados del plan...
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