Asesinato en la Pizzeria
La inspectora Noemí había viajado hasta Sevilla en tren,
abandonado su jurisdicción en Granada, para investigar un
crimen que se había cometido en el restaurante de unimportante mafioso de la ciudad. Todo el mundo sabía que Don
Mario, propietario del restaurante, lo usaba como tapadera
para sus sucios negocios, pero hasta el momento la policía, a
pesar de susesfuerzos, no había podido echarle el guante por
ninguna de sus turbias actividades. Por esta razón habían
pedido a la sagaz Inspectora que les ayudara en este último caso.
La inspectora acababa de llegar dela estación ferroviaria y sin pasar por el hotel, ni
por la comisaría, se fue directamente hacia el lugar del suceso. En el local estaban
esperándoles el Inspector Sánchez, encargado del caso, dospolicías de uniforme, Don
Mario y dos de sus camareros, únicos testigos de lo que había sucedido. En el suelo
estaba dibujada la silueta del difunto y Don Mario no paraba de vociferar:
- ¡Cada día que memantienen cerrado el local pierdo mucho
dinero!. ¿Quién se va a hacer cargo de todas las pérdidas que me
están ocasionando?, ya llevo tres días esperando que retiren el
precinto de la puerta y poderatender a mis clientes. ¡Oh, mamma
mía!, este desgraciado me va a llevar a la ruina.
El inspector Sánchez, sin prestar atención a los
improperios del dueño de la pizzería, estrechó la mano de lainspectora Noemí y tras los saludos de cortesía pasó a
informarle del caso.
- Como le dije por teléfono el difunto es un tal Filipo Canuto,
dueño de otra pizzería en el barrio, fue muerto por
un disparo enla sien que le entró por la oreja
izquierda y se alojó en su cerebro ya que no
presentaba agujero de salida. La autopsia realizada
al difunto nos confirmó que la bala correspondía a la
pistola de DonMario, el cual junto a los camareros
del local han declarado que todo ocurrió en legítima
defensa. - Si me permite inspector, - interrumpió
Noemí- me gustaría tomar nuevamente declaración
a los...
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